Archivo - El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas - EVGENY BIYATOV / SPUTNIK / CONTACTOPHOTO - Archivo
Jordania habla de "violación del Derecho Internacional Humanitario" y pide a la comunidad internacional que "asuma su responsabilidad moral"
MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
El Gobierno palestino ha condenado este miércoles el asalto lanzado por el Ejército de Israel contra el Hospital Al Shifa, el más grande en la Franja de Gaza, y ha pedido "una intervención internacional urgente" para proteger a los pacientes, trabajadores sanitarios y desplazados que se encuentran en las instalaciones.
El Ministerio de Exteriores palestino ha señalado que condena "en los términos más firmes" la operación israelí contra Al Shifa y otros centros médicos de la Franja, que ha descrito como "una flagrante violación del Derecho Internacional, el Derecho Internacional Humanitario y las Convenciones de Ginebra".
Así, ha apuntado en un comunicado en su cuenta en la red social X que estos sucesos "son una extensión de las violaciones y crímenes de la ocupación contra el pueblo palestino" y ha manifestado que Israel "priva a los ciudadanos palestinos de sus derechos más básicos, entre ellos el de recibir tratamiento médico".
Por ello, ha hecho al Gobierno de Israel "totalmente responsable" de la seguridad de los "miles de enfermos, heridos, desplazados y niños, incluidos bebés prematuros" que se encuentran en el interior del hospital, cercado desde hace días por el Ejército israelí, que argumenta que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) lo usa para fines militares.
Por su parte, la ministra de Sanidad palestina, Mai al Kaila, ha hecho hincapié en que "la ocupación y la comunidad internacional tienen responsabilidades con las vidas de los pacientes, el personal médico y los desplazados en el complejo médico Al Shifa".
Así, ha advertido de la posibilidad de que las fuerzas israelíes "cometan una masacre" en el hospital y ha subrayado que "el silencio total de algunos países ha animado a la ocupación israelí a irrumpir en un centro médico, lo que supone una flagrante violación del Derecho Internacional".
Al Kaila ha sostenido que el asalto supone "un crimen contra la humanidad" que "es parte de una serie de crímenes cometidos contra el centro, sometido a un intenso cerco desde hace varios días, durante los que cinco de sus edificios fueron bombardeados".
"Se disparó contra heridos, desplazados y equipos médicos presentes allí", ha recalcado, al tiempo que ha abundado en que "miles de pacientes, desplazados y trabajadores médicos no saben ahora cuál será su destino", según un comunicado publicado por el Ministerio de Sanidad palestino a través de su cuenta en Telegram.
En esta línea, ha reiterado sus acusaciones sobre "masacres contra hospitales, personal médico y ambulancias" por parte de Israel que "dejan más de 700 mártires y heridos". "El Ejército de ocupación ha matado a 198 doctores, enfermeras y paramédicos", ha denunciado, al tiempo que ha señalado que Israel "ha atacado 55 ambulancias y ha dejado 25 hospitales fuera de servicio desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza".
Por ello, ha pedido al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y a la Organización Mundial de la Salud (OMS) acciones "rápidas" para "rescatar a pacientes, personal médico y desplazados" y "evitar que sean objetivo de acciones militares, en línea con los acuerdos internacionales y el Derecho Internacional Humanitario".
JORDANIA DENUNCIA UN "CASTIGO COLECTIVO" DE ISRAEL
A las condenas se ha sumado el Gobierno de Jordania, que ha recalcado que el asalto "es una violación del Derecho Internacional Humanitario" y ha dicho que "hace responsable a Israel de la seguridad de los civiles y el personal médico" que trabaja en el centro médico.
El portavoz del Ministerio de Exteriores jordano, Sufian al Qudá, ha criticado a Israel por sus "ataques sin sentido" y por "la guerra contra Gaza y su pueblo, atacando objetivos civiles en la Franja y causando una continua destrucción".
De esta forma, ha dicho que Israel está llevando a cabo una "política de castigo colectivo" con sus ataques contra instalaciones civiles que "dan servicios básicos" a los palestinos en Gaza, al tiempo que ha insistido en que estas acciones suponen "crímenes de guerra".
Por ello, ha reiterado que "la peligrosa situación en Gaza requiere que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas asuma sus responsabilidades legales y que la comunidad internacional asuma sus responsabilidades morales para presionar a Israel, la potencia ocupante, para que ponga fin a su continuada agresión, guerra y ataque contra civiles, especialmente mujeres y niños, que no pueden ser justificados de ninguna forma".
El Ejército de Israel lanzado ha descrito el asalto como una "operación precisa y selectiva" contra Hamás, en el marco de las hostilidades tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el grupo islamista palestino. En esta línea, ha reiterado que la ofensiva busca "derrotar a Hamás y liberar a los secuestrados" y ha subrayado que "Israel está en guerra con Hamás, no con los civiles en Gaza".
"Durante las últimas semanas, el Ejército de Israel ha advertido públicamente en numerosas ocasiones de que el continuado uso militar de Al Shifa por parte de Hamás pone en peligro su estatus protegido para el Derecho Internacional y dio mucho tiempo para detener este abuso ilegal del hospital", ha argumentado, al tiempo que ha dicho haber "eliminado" a "varios terroristas" en enfrentamientos "antes de entrar al hospital".
El asedio del hospital de Al Shifa se inició hace más de cuatro días y ha derivado en el colapso definitivo de la atención médica, después de que el centro haya confirmado que ya ha suspendido sus actividades por falta de suministros. De hecho, según Naciones Unidas, en toda la zona norte de la Franja ya sólo opera un hospital, mientras que el personal del hospital ha comenzado a excavar una fosa común dentro de las instalaciones para enterrar a quienes vayan falleciendo, ante la aparente imposibilidad de abandonar la zona.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU estima que en Al Shifa quedarían al menos 600 pacientes, entre 200 y 500 trabajadores y 1.500 desplazados. Personal del centro ha denunciado un bloqueo por parte de militares y la muerte de pacientes en estos últimos días: serían ya más de 30, entre ellos tres bebés prematuros.