Dilma Rousseff
GOBIERNO DE BRASIL

RÍO DE JANEIRO, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Dilma Rousseff confía en que la ruptura anunciada por el presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, no afecte a su trabajo como máximo representante del poder legislativo, ya que su labor debe estar guiada por "la imparcialidad y la impersonalidad".

En un escueto comunicado, el Ejecutivo del Partido de los Trabajadores (PT) ha remarcado que se trata de una decisión "estrictamente personal" y que en un momento de importantes desafíos, los poderes del Estado deben actuar con "razonabilidad y equilibrio", haciendo una especie de llamamiento a la calma.

Además, ha recordado que durante muchos años, tanto en la presidencia del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, como en el primer mandato de Rousseff, el Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) ha sostenido el proyecto que está "transformando el país", y ha puesto en valor el actual papel del vicepresidente, Michel Temer, y de todos los ministros y parlamentarios que comparten partido con Cunha.

Finalmente, y en una velada alusión a las acusaciones de Cunha de que el Gobierno utiliza la Justicia para perseguirle, el Gobierno recuerda que siempre ha actuado "con independencia" en las investigaciones realizadas por las autoridades competentes, y que Hacienda participa en la Operación Lava Jato dentro de sus competencias legales, junto a la Policía Federal y el Ministerio Público, siguiendo lo que determinan los órganos responsables de las investigaciones.

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