El viceministro de Exteriores ruso confiesa su escepticismo sobre sus promesas para acabar rápidamente con la guerra, que ve como pura "retórica"
MADRID 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
El viceministro de Exteriores ruso, Sergei Riabkov, ha asegurado que su país está dispuesto a escuchar futuras propuestas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para poner fin a la guerra de Ucrania pero ya ha avisado al próximo mandatario que no existe "una solución fácil" debido a la constante asistencia norteamericana a Kiev y la sospecha de que las intenciones de Trump no son más que retórica electoral.
"Si hay alguna señal por parte de Estados Unidos de que tienen ideas sobre cómo avanzar hacia una solución, sin que pase por seguir bombeando al régimen de Kiev con todo tipo de asistencia para lograr derrota estratégica de Moscú, entonces sin duda haremos todo lo posible para analizarla y dar una respuesta", ha hecho saber el viceministro de Exteriores.
El viceministro de Exteriores ha confirmado a este respecto que las comunicaciones con EEUU, a pesar del gélido momento que atraviesan las relaciones, no están ni mucho menos cerradas. "Intercambiamos periódicamente ciertas señales a través de canales cerrados con distintos grados de intensidad según la necesidad, pero todo funciona correctamente, no se puede decir que las líneas de comunicación estén cortadas", ha explicado.
Riabkov ha pedido que, a través de estos canales, la segunda administración Trump demuestre "acciones" en pos de un acercamiento a pesar del escepticismo que le provoca la figura del magnate y expresidente del país.
"Le conocemos por su anterior carrera hacia el poder y creemos que algunas de sus promesas, en las que hablaba de una resolución rápida de la situación en Ucrania, no son más que retórica", ha indicado el viceministro en declaraciones recogidas por la agencia de noticias rusa Interfax.
"Está claro que no puede haber una solución sencilla a este problema o a los problemas asociados con lo que está sucediendo en Ucrania y sus alrededores", ha indicado el viceministro antes de reiterar que, ahora mismo, Moscú solo concibe un final a la guerra en sus propios términos.
"La administración estadounidense debe tomar muy en serio estas señales, tanto la administración saliente como la futura. Aquí no hay ningún tipo de oportunismo y nuestros intereses no dependen de quién ocupa el Despacho Oval de la Casa Blanca", ha zanjado el viceministro.