MADRID 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Exteriores sirio ha negado la implicación del Gobierno de Bashar al Assad en el ataque químico registrado este martes en la región de Idlib y ha asegurado que se trata de "acusaciones inventadas" para entorpecer la "lucha contra el terrorismo" que se libra en el país.
Un portavoz citado por la agencia oficial SANA ha negado que las fuerzas leales al régimen hayan utilizado armamento químico en la localidad de Jan Sheijun, controlada por los rebeldes. "Como es habitual desde hace años, (los aliados de la insurgencia) han difundido acusaciones falsas contra las Fuerzas Armadas", ha lamentado.
"Todas estas acusaciones fabricadas no impedirán que sigamos nuestra guerra contra el terrorismo, sus defensores y patrocinadores en Arabia Saudí, Turquía, Qatar y algunos países de la UE ni que dejemos de trabajar por una solución política a la crisis", ha añadido.
El portavoz ha subrayado que Damasco ha cumplido todas las obligaciones firmadas con la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas y ha rechazado este tipo de armamento. Para el régimen, todo forma parte de una "campaña" para ocultar los "logros" alcanzados en las últimas semanas en la "guerra contra el terrorismo".
Asimismo, ha vinculado las acusaciones con la reunión que albergará mañana Bruselas para hablar precisamente del futuro de Siria y de las necesidades humanitarias. Según Damasco, el objetivo sería "lanzar un ataque contra el país y justificar las resoluciones hostiles que se adoptarán en este encuentro".