Califica de "ilegal" que Al Burhan haya cesado a embajadores sudaneses
MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de transición de Sudán ha insistido este jueves en que no reconocerá "ningún resultado" del golpe de Estado perpetrado el lunes y ha negado "contactos" con los "funcionarios golpistas", al tiempo que ha reclamado la "anulación de inmediato de todas las medidas inconstitucionales" adoptadas en los últimos días.
Los ministros del Gobierno sudanés liderados por el primer ministro, Abdulá Hamdok, han emitido este jueves una declaración en la que han reiterado su "rechazo" al golpe de Estado encabezado por el presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, y han urgido a la "liberación" del jefe de Gobierno y el restablecimiento de "sus funciones nacionales y constitucionales", informa el Ministerio de Información a través de su perfil de la red social Facebook.
Por otra parte, el Gobierno ha rechazado una declaración emitida por el subsecretario del Ministerio de Cultura, Graham Abdelkader, en la que se ha expresado la "autoridad del golpe de Estado", por lo que el Ejecutivo ha indicado que esto "no representa" al departamento ni "a la visión del Gabinete de transición".
Al respecto, el Ejecutivo ha aseverado que "desde los albores del golpe de Estado" los ministerios se "han mantenido en contacto constante" con la Oficina del primer ministro, así como con las "misiones diplomáticas de todo el mundo".
Al mismo tiempo, el Gobierno de transición ha recalcado que "los funcionarios de los golpistas no tienen autoridad ni contacto con ninguna de las instituciones bajo la autoridad del Estado del primer ministro".
RECHAZO AL CESE DE EMBAJADORES
Por otro lado, el Ministerio de Exteriores ha mostrado este jueves su rechazo al cese de los embajadores sudaneses en varios países anunciado el miércoles por Al Burhan.
Los golpistas relevaron a los embajadores del país africano ante Estados Unidos, Qatar, China y Francia, la Unión Europea y al jefe de la misión sudanesa en Ginebra, quienes habían criticado la asonada y mostrado su compromiso con Hamdok.
"Los embajadores que rechazan el golpe militar y la debilitación del período de transición son los representantes legítimos del Gobierno de Sudán", ha defendido al respecto el Ministerio de Exteriores, que ha tildado de "ilegal" los ceses y ha recordado que "no están respaldados por la Constitución".
Por su parte, la ministra de Relaciones Exteriores del Gobierno de transición, Maryam Sadik, ha reivindicado "las posiciones de los embajadores, diplomáticos y administrativos de Sudán que han rechazado el golpe militar y no reconocen ninguna decisión del comandante del ejército".
"Me siento orgulloso de los embajadores de Sudán que vinieron del vientre de la gloriosa revolución del pueblo y su valiente resistencia. Cada embajador libre que rechazó el golpe de Estado es una victoria para la revolución", ha clamado, para "asegurar al mundo" que "ellos son los representantes legítimos del Gobierno de Sudán".
Mientras, otra jornada de protestas se ha desarrollado este jueves en el país, donde los militares están respondiendo con violencia, lo que ha dejado al menos dos muertos y un herido en la última jornada, según ha informado el Comité Central de Médicos de Sudán.
"Pedimos a las masas de nuestro pueblo que continúen las manifestaciones pacíficas y la desobediencia civil hasta el derrocamiento del golpe militar y el restablecimiento de la legalidad constitucional", ha pedido el Gobierno nuevamente este jueves, llamando una vez más a las fuerzas a "preservar la seguridad de los ciudadanos y abstenerse de utilizar la violencia y el fuego para impedir que expresen sus posiciones ante el golpe militar".
LA ASONADA
El presidente del Consejo Soberano de Transición, quien es además jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, anunció el lunes, cuando se perpetró el golpe, la disolución de este organismo y del Gobierno de transición, al tiempo que impuso el estado de emergencia en el país, tras semanas de tensiones entre civiles y militares.
Al Burhan defendió el martes la asonada y denunció que las fuerzas políticas "querían monopolizar" la transición, tras varias semanas de tensiones y acusaciones entre civiles y militares, antes de prometer que el Ejército "no interferirá" en la formación del nuevo Ejecutivo.
Sudán fue escenario a mediados de septiembre de un intento de golpe de Estado, según apuntaron las autoridades de transición, a cargo de un grupo de oficiales de las Fuerzas Armadas supuestamente vinculados con el expresidente Omar Hasán al Bashir, derrocado en 2019 en una asonada tras meses de masivas manifestaciones en su contra.
Las autoridades de transición fueron instauradas tras un acuerdo entre la junta militar anterior, surgida tras el golpe de Estado de 2019, y diversas organizaciones civiles y formaciones políticas opositoras. Este Gobierno ha iniciado una batería de reformas sociales y económicas y ha alcanzado un acuerdo de paz con importantes grupos rebeldes de Darfur y otras zonas del país.
Sin embargo, la intentona de septiembre derivó en un intercambio de críticas y acusaciones entre los elementos civiles y militares que ha ahondado la crisis política, incluidas peticiones por parte de Al Burhan para disolver el Gobierno, que han derivado en los últimos días en manifestaciones enfrentadas a favor de las autoridades de transición y el Ejército.