Salva Kiir
TIKSA NEGERI/REUTERS
Actualizado: viernes, 14 julio 2017 6:12


MADRID, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Sudán del Sur ha admitido este jueves que el Ejército ha lanzado varias ofensivas para intentar hacerse con el control de la localidad de Pagak, controlada por los rebeldes leales al exvicepresidente Riek Machar.

El asesor de la Presidencia para Asuntos Militares, Daniel Awet Akot, ha afirmado que las ofensivas fueron lanzadas ante la negativa de los rebeldes a adherirse al alto el fuego.

"¿Qué podemos hacer cuando la otra parte no responde ante el gesto y la voluntad de poner fin al conflicto?", se ha preguntado, acusando a los rebeldes de "abogar por la guerra" y "rechazar el diálogo".

"No declararon un alto el fuego y están atacando a civiles para tenerlos como rehenes y usarlo como moneda de cambio", ha criticado Akot, según ha informado el diario 'Sudan Tribune'.

Por su parte, el ministro de Información, Michael Makuei Lueth, ha recalcado que el alto el fuego declarado por el presidente, Salva Kiir, no incluye el área de Pagak, uno de los bastiones de los rebeldes desde el inicio de la guerra civil en 2013.

El jefe de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS), David Shearer, mostró el miércoles su "gran preocupación" por la huida de miles de civiles sursudanesas hacia Etiopía ante el avance de las tropas gubernamentales hacia Pagak.

En su comunicado, resaltó que los informes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) "sugieren que las fuerzas gubernamentales se acercan a la ciudad de Maiwut, 25 kilómetros al noroeste de Pagak".

"Estoy muy preocupado por esta situación", dijo, indicando que este avance militar del Ejército "no va en línea con el espíritu del alto el fuego unilateral" declarado en mayo por el Gobierno del país africano.

Asimismo, confirmó que ha habido "actividades militares activas" al norte de la ciudad de Pagak, añadiendo que al menos 25 trabajadores humanitarios han sido evacuados de la zona debido a la inseguridad.

Sudán del Sur vive sumido en una guerra civil desde diciembre de 2013 que enfrenta a los partidarios de Kiir, de etnia dinka, con las fuerzas leales a Machar, de etnia nuer.

La guerra ha dejado hasta el momento cerca de 50.000 muertos, más de dos millones de desplazados internos y otro millón adicional refugiado en países vecinos como Kenia, Sudán y Uganda, donde la población ha escapado tanto de los combates entre las fuerzas armadas de ambos bandos como de las masacres locales que están perpetrando las etnias dinka y nuer.

Naciones Unidas ha alertado en varias ocasiones de la posibilidad de un genocidio en el país, debido al cariz étnico que parece estar tomando el conflicto.

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