ZÚRICH 10 Mar. (Reuters/EP) -
El Gobierno suizo ha realizado este viernes una propuesta de ley con la que obligará a cualquier extranjero residente en Suiza y procedente de países de fuera de la Unión Europea a vender su casa en el caso de que deje de vivir en Suiza, una medida que ha causado bastante descontento entre el sector inmobiliario.
Más de 30 años después de que Suiza liberalizase por completo la compra de viviendas por parte de extranjeros, el Ejecutivo suizo ha asegurado "que ya es hora" de renovar la legislación para evitar las lagunas jurídicas y mejorar la implementación. Por otro lado, según han señalado las autoridades, es muy posible que la demanda de viviendas por parte de extranjeros produzca una drástica subida de precios.
Una de las medidas propuestas en la reforma de la ley es obligar a todos aquellos extranjeros que procedan de países de fuera de la Unión Europea a solicitar permiso antes de comprar un vivienda en Suiza. También quedarían exentos de pedir permisos de residencia los ciudadanos de Liechtenstein, Islandia y Noruega.
"Los permisos siempre deberían estar unidos a la obligación de vender la vivienda una vez renuncien a ella", ha dicho el Gobierno durante la presentación de la propuesta de ley.
Lex Koller Remains Modern, un grupo de presión inmobiliario cuyo nombre hace referencia a la ley original que abrió el mercado de la vivienda en Suiza, ha asegurado que la nueva propuesta de ley es un "endurecimiento sin sentido" de la normativa existente.
Según el grupo, la culpa de que los precios de las viviendas estén subiendo día a día no es de los extranjeros, sino de la creciente demanda por parte de los propios ciudadanos suizos.