NAIROBI, 27 Dic. (Reuters/EP) -  

El Gobierno de Sudán del Sur ha accedido este viernes a observar un alto el fuego tras casi dos semanas de enfrentamientos en el país entre soldados partidarios del presidente, Salva Kiir, y partidarios del exvicepresidente Riek Machar. Asimismo ha conseguido el respaldo de los países de la región, que han asegurado que no aceptarán ningún intento de derrocar a su gobierno democráticamente electo.

El ministro de Asuntos del Gabinete, Martin Elia Lomuro, ha señalado a Reuters desde Yuba que "el cese de hostilidades es para detener temporalmente el caos, no atacar para que podamos avanzar con confianza (hacia las conversaciones de paz", ha afirmado.

Por su parte, el ministro de Información, Michael Makuei, ha dejado claro que el alto el fuego no se mantendrá si es aprovechado por los rebeldes para continuar matando a civiles. Por ahora no está claro si Machar aceptará el alto el fuego.

Durante su intervención ante la cumbre especial sobre Sudán del Sur en Nairobi de la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo (IGAD), un bloque regional integrado por Somalia, Eritrea, Etiopía, Kenia, Sudán, Uganda, Yibuti y Sudán del Sur, el presidente keniano, Uhuru Kenyatta, ha instado a Kiir y Machar a aprovechar "la pequeña ventana de oportunidad" y entablar conversaciones de paz.

"DERROCAMIENTO INCONSTITUCIONAL"

"Se tiene que saber que nosotros en la IGAD no aceptaremos el derrocamiento inconstitucional de un gobierno democrática y debidamente elegido en Sudán del Sur. La violencia nunca ha aportado soluciones óptimas", ha defendido el mandatario keniano.

Kiir, de etnia dinka, había acusado a Machar, de etnia nuer, de estar detrás de un intento de golpe de estado el 15 de diciembre, después de que se produjeran enfrentamientos entre soldados de distintos bandos. Machar, que fue destituido el pasado mes de julio, ha negado estar detrás de ningún golpe de Estado, pero ha aprovechado para reclamar a Kiir que dimita.

Kenyatta ha defendido que Sudán del Sur y los gobiernos regionales "no tienen tiempo" para encontrar una solución a lo que ha calificado de problema político dentro del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLM), el partido gobernante, que ha degenerado en una violenta confrontación que corre el riesgo de tomar "una terrible dirección étnica".

Asimismo, ha considerado que una solución militar tiene pocas opciones de triunfar en el país. "La crisis actual, si no es contenida, producirá millones de desplazados internos y refugiados y llevará atrás a esta región de forma inmesurable", ha subrayado Kenyatta ante los líderes regionales.

CONTROL SOBRE MALAKAL

Kiir también ha recibido una buena noticia en Malakal, capital del estado de Nilo Alto, el mayor productor de crudo del país, donde las fuerzas gubernamentales han derrotado a los rebeldes tras cuatro días de intensos combates.

Las fuerzas gubernamentales "tiene el control 100% de la localidad de Malakal y están persiguiendo a las fuerzas del golpe", ha declarado el portavoz del Ejército sursudanés, Philip Aguer, por teléfono.

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