ESTAMBUL 19 Abr. (Reuters/EP) -
El primer ministro turco, Binali Yildirim, ha asegurado este miércoles que las apelaciones contra los resultados del referéndum sobre la reforma constitucional celebrado el 16 de abril, en el que el 'sí' se impuso por un estrecho margen, son un derecho, pero llamar a los turcos a que protesten en las calles no.
Tanto el Partido Popular Republicano (CHP), la principal formación opositora turca, como el prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) han reclamado la anulación de la consulta sobre la modificación de la Carta Magna.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, ha señalado que el informe crítico de los observadores europeos sobre el referéndum contiene varios errores que considera intencionados.
"El informe de la OSCE no tiene ninguna fiabilidad, ya que sus observaciones no son objetivas y son extremadamente parciales", ha señalado Cavusoglu en una conferencia de prensa en Ankara.
El jefe de la delegación de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Cezar Florin Preda, aseguró este lunes que el referéndum sobre la reforma constitucional en Turquía "no cumplió los estándares" del Consejo de Europa y que el "marco legal" con el que se desarrolló la consulta no era el adecuado para "un proceso genuinamente democrático".