MADRID, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Unidad Nacional de Birmania, leal a la otrora 'líder de facto', Aung San Suu Kyi, ha declarado este martes "una guerra defensiva popular" contra la junta militar y ha pedido a los ciudadanos "de todos los rincones del país" que se revelen contra los golpistas que tomaron el poder el 1 de febrero.
En un discurso emitido a través de redes sociales, el presidente interino del Gobierno de Unidad Nacional, Duwa Lashi La, ha pedido revelarse contra las fuerzas del general Min Aung Hlaing, horas después de que la junta haya aceptado un alto el fuego de cuatro meses propuesto por la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) para facilitar la llegada de ayuda humanitaria
"Con la responsabilidad de proteger la vida y la propiedad de los birmanos, el Gobierno de Unidad Nacional de Birmania declara una guerra defensiva del pueblo contra el régimen militar", ha expresado Lashi La, quien ha acusado a los militares de cometer "constantemente crímenes de guerra inhumanos".
"Tenemos que iniciar un levantamiento a nivel nacional en cada aldea, pueblo y ciudad de todo el país al mismo tiempo", ha dicho Lashi La durante su discurso en el que también ha pedido a los funcionarios públicos que abandonen sus puestos de trabajo y a los grupos étnicos que ataquen "de inmediato" a los militares.
"Acabaremos con Min Aung Hlaing y con la dictadura de Birmania para siempre y seremos capaces de establecer una unión democrática federal pacífica que salvaguarde plenamente la igualdad a la que aspiran todos los ciudadanos desde hace tiempo", ha prometido el presidente interino, quien espera que la comunidad internacional "entienda" que esta decisión viene motivada desde la "necesidad".
El Ejército de Birmania asumió el 1 de febrero el poder del país y declaró el estado de emergencia durante un año tras detener a los principales dirigentes, incluida la entonces 'líder de facto' de Birmania Aung San Suu Kyi.
El golpe se produjo tras tensiones a raíz de las elecciones generales de noviembre, en las que tanto la oposición como el Ejército denunciaron posibles irregularidades, aunque sin presentar pruebas.