El Gobierno de unidad pide reiniciar un diálogo auspiciado por la ONU para poner fin al conflicto en Libia

El primer ministro del gobierno de unidad de Libia, Fayez Serraj
El primer ministro del gobierno de unidad de Libia, Fayez Serraj - Cia Pak/UN General Assembly/dpa - Archivo
Publicado: martes, 5 mayo 2020 15:59


MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de unidad de Libia ha hecho este martes un llamamiento al reinicio de un diálogo auspiciado por Naciones Unidas para poner fin al conflicto, en medio del incremento de los combates y después de que sus fuerzas hayan lanzado una ofensiva contra una base aérea al suroeste de la capital, Trípoli.

El primer ministro y presidente del Consejo Presidencial, Fayez Serraj, ha destacado que está abierto a cualquier iniciativa política destinada a lograr la paz y evitar la imposición de un 'statu quo' a través de la fuerza de las armas, al tiempo que ha pedido a todas las partes que se comprometan con un diálogo mediado por la ONU.

Así, ha abogado por un proceso político para "poner fin a la división" y ha abogado por un acuerdo para "pactar una 'hoja de ruta' exhaustiva y un camino político que una a los libios, ya sea enmendando el Acuerdo Político (de 2015, del que surge el Gobierno de unidad) para formar un nuevo Consejo Presidencial y nombrar a otro primer ministro o acordando un proceso constitucional y elecciones generales cuanto antes".

El primer ministro ha hecho así referencia a la propuesta formulada recientemente por el presidente de la Cámara de Representantes --el Parlamento asentado en el este del país--, Agila Salé, quien planteó a finales de abril formar un nuevo Consejo Presidencial para intentar superar la crisis.

Este nuevo organismo asumiría el cargo de comandante de unas Fuerzas Armadas unificadas, lo que podría apartar al mariscal de campo Jalifa Haftar de su posición de fuerza. Sin embargo, éste anunció días después que "acepta la voluntad popular" y se hace con el control efectivo de esta zona del país, dejando de lado a las autoridades civiles.

Por último, Serraj ha advertido de que las instituciones están cada vez más divididas y ha agregado que algunas de ellas "han excedido sus competencias", al tiempo que ha hecho hincapié en el deterioro de la situación económica de los ciudadanos ante la pandemia de coronavirus, según ha recogido el portal libio de noticias EAN.

El Gobierno de unidad, que ha rechazado el "golpe" de Haftar en el este del país, se ha negado ya a mantener conversaciones de paz con el mariscal de campo debido a que no estaba respetando los acuerdos alcanzados y a que se negaba a mantener un proceso serio.

De hecho, Haftar abandonó la capital de Rusia, Moscú, sin firmar un acuerdo de alto el fuego alcanzado con el Gobierno de unidad, tras lo que se recrudecieron las hostilidades en el sur de la capital libia.

En el marco de estas hostilidades, las fuerzas leales al Gobierno de unidad han lanzado durante la jornada de este martes una ofensiva contra la base aérea de Uatiya, controlada por las tropas de Haftar, desencadenando intensos combates, según el diario 'The Libya Observer'.

LA OFENSIVA DE HAFTAR

El conflicto en Libia se recrudeció en abril de 2019, cuando las fuerzas lideradas por Haftar lanzaron una ofensiva para hacerse con Trípoli, sede del Gobierno de unidad, creado a raíz del Acuerdo Político y que cuenta en estos momentos con el apoyo de Naciones Unidas.

El inicio de las operaciones militares encabezadas por Haftar llegó tras varios años de intentos infructuosos de lograr una solución política a la fragmentación en diversas administraciones tras la captura y ejecución de Muamar Gadafi en octubre de 2011.

La duplicidad institucional se retrotrae a las elecciones parlamentarias de 2014, que dividieron las administraciones, sin que las asentadas en el este --anteriormente reconocidas por la comunidad internacional-- y el Gobierno de unidad, surgido de un acuerdo en 2015, consiguieran pactar su unificación desde entonces.

El anuncio de Haftar sobre su toma del poder en el este del país llegó además en medio de un repunte de los enfrentamientos en torno a Trípoli y después de que sus tropas perdieran el control de varias localidades situadas al oeste de la capital en una ofensiva relámpago de las fuerzas leales a Serraj.

Serraj dijo tras ello que las fuerzas del Gobierno de unidad "seguirán luchando hasta controlar todo el país". "Seguiremos luchando hasta que controlemos todo el país para permitir a los desplazados volver a casa", señaló, antes de agregar que su Gobierno "no olvidará nunca ni perdonará a los que le apuñalaron por la espalda".

Naciones Unidas denunció a finales de abril un total de 850 violaciones de la tregua anunciada en enero en Libia y alertó de que el país se encuentra ante una "tormenta perfecta" a causa de un conflicto "alimentado por actores externos".

El Gobierno de Serraj cuenta con el respaldo de Turquía, que ha enviado al país a militares y rebeldes sirios en apoyo a sus operaciones, mientras que Haftar tiene el apoyo de Emiratos Árabes Unidos (EAU), Rusia y Egipto, entre otros.

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