MONTEVIDEO 31 Oct. (Reuters/EP) -
El Gobierno uruguayo ha activado un registro de los clubes de membresía para el cultivo de marihuana, en medio de una campaña electoral que deja dudas sobre la continuidad de esa iniciativa, que busca debilitar al narcotráfico mediante la regulación de la plantación y venta de la cannabis.
Uruguay aprobó en diciembre una normativa que permite la producción y comercialización de la marihuana de forma legal, pero su instrumentación en tiempo y forma ha encontrado dificultades ante la falta de experiencias previas.
Con el registro activo podrán regularizarse clubes de entre 15 y 45 personas y un máximo de 99 plantas, cuya producción anual por usuario no supere los 480 gramos, informa en su página web el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA).
Las instalaciones para el cultivo deberán ubicarse a una distancia mínima de 150 metros de los centros educativos y de rehabilitación de drogodependientes, así como disponer de un sistema de seguridad. Según el IRCCA, unos seis clubes ya estarían en condiciones de entrar en el listado y recibir la habilitación.
La regulación de la marihuana, cuya puesta en marcha tiene atentos a varios países del mundo, es un tema que despierta reparos en los dos candidatos presidenciales que irán a una segunda vuelta electoral el 30 de noviembre.
Mientras el opositor de centro Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, ha dicho que derogará la ley menos el autocultivo y los clubes, el oficialista de izquierda Tabaré Vázquez, del Frente Amplio, ha señalado que vigilará de cerca su puesta en marcha y que está dispuesto a realizar los cambios necesarios.
La habilitación del registro para los clubes se suma al de cultivadores para consumo propio, operativo desde agosto y que ya cuenta con unos 600 usuarios. En Uruguay, unas 150.000 personas consumen cannabis de forma frecuente.
La venta en farmacias a un dólar por gramo, prevista para fin de año, se encuentra demorada porque aún no se han otorgado las licencias de cultivo a los productores privados.