SANÁ 13 Sep. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Yemen en el exilio ha asegurado que no asistirá a las negociaciones de paz, que cuentan con mediación de Naciones Unidas, con sus adversarios, los huthis, propinando un duro golpe a los esfuerzos destinados a poner fin a cinco meses de guerra civil.
"(El Gobierno) ha confirmado que no formará parte de ninguna reunión hasta que las milicias golpistas reconozcan la resolución internacional 2216 y acepten aplicarla sin condiciones", ha asegurado la agencia estatal de noticias Saba, haciendo referencia a una resolución de la ONU en la que se pide que reconozcan al presidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, y que se retiren de las principales ciudades.
Tras detener el viernes las ahora arruinadas conversaciones, el Consejo de Seguridad de la ONU instó a las partes a abstenerse de exigir precondiciones y de tomar "acciones unilaterales".
Los leales al presidente Hadi han estado luchando contra las milicias aliadas de Irán a lo largo del empobrecido país desde finales de marzo, cuando el grupo le obligó a él y a su gabinete a huir a Arabia Saudí.
Una coalición liderada por los saudíes ha intervenido en el conflicto, lanzando cientos de ataques aéreos contra posiciones de los huthis y respaldando a las fuerzas en el terreno que esperan que obliguen al grupo a aceptar la resolución de la ONU.
Los huthis, por su parte, alegan que están combatiendo para derrocar a un Gobierno corrupto y a milicias islamistas y rechazan que exista cualquier ayuda económica o militar de Irán.
La primera ronda de conversaciones de paz para Yemen en Ginebra (Suiza) terminó el pasado mes de junio sin acuerdo entre las partes, ya que los representantes del Gobierno yemení y de los rebeldes huthis ni siquiera llegaron a mantener contacto directo, por lo que no se logró el objetivo de poner fin a un conflicto que ha acabado con la vida de unas 4.500 personas en el país.