DAKAR 5 May. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Una gran muralla de árboles que se extendería de oeste a este en África no solo ayudaría a frenar la desertificación sino que además mejoraría el acceso a alimentos, la creación de puestos de trabajo y ofrecería a los jóvenes una alternativa a la inmigración y el extremismo, según han informado expertos medioambientales de Naciones Unidas.
El proyecto Gran Muralla Verde tendría una longitud de 7.000 kilómetros llegando desde Senegal, en el oeste del continente, hasta Yibuti, en el extremo opuesto. El objetivo es contener la arena del Sáhara, frenar el avance del desierto y recuperar 50 millones de hectáreas.
Según Naciones Unidas, aproximadamente 60 millones de africanos podrían tener que abandonar sus hogares en menos de cinco años debido a la desertificación de las tierras, mientras que, por otro lado, dos tercios de la tierra cultivable del continente se perderían para 2025.
Esta situación podría llevar a los jóvenes a unirse a grupos terroristas extremistas, como Boko Haram, o intentar cruzar el Mediterráneo para buscar trabajo en Europa, ha declarado Camila Nordheim-Larsen, portavoz de la Convención Contra la Desertificación de Naciones Unidas. "La Gran Muralla Verde es más que plantar árboles, es construir resiliencia en las comunidades y es desarrollar proyectos sostenibles para darle a los jóvenes una razón para quedarse", ha añadido, además de apuntar que los jóvenes se marchan por falta de oportunidades.
El plan fue presentado a la Unión Africana en 2005 por parte del presidente nigeriano y recibió cuatro billones de dólares por parte de Naciones Unidas. Los críticos del proyecto destacan que es un acercamiento al desarrollo insuficiente, ya que depende de fondos y gestión extranjeros.
En contraposición a las críticas, el Observatorio de Sáhara y Sahel (OSS) ha asegurado que la iniciativa tiene el apoyo de las comunidades locales.
"Este proyecto viene de países africanos y cuenta con la voluntad de las comunidades afectadas", ha declarado el secretario ejecutivo de OSS, Khatim Kherraz.
Según Naciones Unidas, aproximadamente el 15 por ciento de los árboles se ha plantado ya, principalmente en Senegal, mientras que por otro lado, muchas aldeas de Burkina Faso, Malí y Níger han hecho progresos plantando vegetación útil para medicina y comida.
"Hay una movilización de gente local, que están en el corazón del proyecto y están eligiendo qué plantar", ha afirmado Nora Berrahmouni, representante de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).