Dijsselbloem apunta el "problema de la confianza" como clave de las discusiones
BRUSELAS, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro han concluido esta medianoche sin acuerdo una larga jornada de discusiones sobre la reapertura de negociaciones para un tercer rescate de Grecia.
"Final de la sesión del Eurogrupo. Continuará mañana", ha anunciado el ministro de Finanzas finlandés, Alexaner Stubb, a través de Twitter.
La división en el seno del Eurogrupo es "total" entre dos bloques de países, aquellos que como Francia, Italia y España aceptarían iniciar el programa y los que como Alemania, Finlandia, Eslovaquia y países bálticos forman el núcleo "duro", según fuentes diplomáticas.
"Siempre conservo la esperanza", ha declarado, por su parte, el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, uno de los pocos participantes en la reunión que se ha detenido a hablar con la prensa.
También ha hablado el titular español, Luis de Guindos, que ha apostado por "intentarlo hasta el final". "Podría haber sido mejor, podría haber sido peor", ha concedido.
Por el contrario, el ministro de Finanzas griego, Euclids Tsakalotos, ha abandonado el Eurogrupo sin hacer ninguna declaración, al igual que hizo unas horas antes en su entrada al encuentro de ministros de la zona euro.
PROBLEMA DE CREDIBILIDAD
Los ministros retomarán la reunión el domingo a partir de las 11:00 horas, según ha informado el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, en una breve declaración al término de una primera jornada de reuniones.
"Aún es muy difícil, pero los trabajos avanzan", ha añadido Dijsselbloem, tras explicar que los ministros han llevado a cabo una "profunda discusión" sobre las propuestas griegas.
"El problema de la credibilidad y de la confianza se ha discutido, también cuestiones financieras ligadas, pero no hemos concluido y seguiremos mañana", ha zanjado el ministro holandés.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona tomarán el relevo de los ministros en una cumbre extraordinaria a partir de las 16:00 horas, a la que está previsto que siga otra cumbre a Veintiocho. "Será una larga jornada", ha augurado el primer ministro maltés, Joseph Muscat, en la red social de Twitter.
Los ministros han dedicado la jornada a tratar de consensuar un documento que sirviera de "base" para la decisión de los líderes este domingo. Sin embargo, la pérdida de confianza de los socios del euro en las autoridades griegas han complicado aún más las negociaciones.
Por ello, una de las exigencias se centra en que Atenas "legisle este mismo lunes" para poner en marcha cuanto antes las reformas inmediatas que se le piden, según fuentes diplomáticas, que apuntan que también se demanda un "calendario concreto" de las medidas a largo plazo.
No se trata de una contraoferta de las instituciones a la propuesta de reformas y ajustes que ofrece el Gobierno de Syriza a cambio de negociar el rescate, advierten las fuentes, sino de subrayar ciertas condiciones" a tener en cuenta antes de tomar una decisión sobre un nuevo programa.
De acuerdo al diario 'YLE', Finlandia sopesa bloquear el proceso, al negarse a dar el visto bueno al nuevo programa de ayuda para el país heleno. Fuentes diplomáticas han matizado que la representación finlandesa ha expresado que "no firmará determinados elementos" relacionados con la condicionalidad del tercer rescate.
Y Alemania ha dejado claro que no confía en las autoridades helenas y ha llegado a distribuir entre algunas delegaciones un documento que plantea una salida del euro de Grecia temporal, de cinco años, aunque es un extremo que no ha llegado a la mesa de negociaciones del Eurogrupo, según han confirmado fuentes de Berlín.
En el otro extremo, París sostiene que Grecia debe permanecer en el euro y subraya que "un Grexit sería más caro que (el esfuerzo de) mantener a Grecia dentro de la eurozona".
Las necesidades financieras de Grecia se han cifrado en 74.000 millones de euros, de los que 25.000 millones servirían para sanear la banca, otros 41.000 millones de euros se destinarían a cumplir con las obligaciones con los acreedores y el Gobierno recibiría otros 8.000 millones para el gasto público.
Si no se logra la unanimidad necesaria para activar el procedimiento que permita negociar el tercer rescate, se podría activar una "cláusula de emergencia" por la que una decisión se podría tomar con el apoyo del 85 % de los votos.
Para activar dicha cláusula, es necesario primero que la Comisión Europea y el Banco Central Europeo concluyeran en su evaluación que existe un riesgo para la estabilidad del euro. La clave para repartir el peso del voto de cada Estado miembro tiene en cuenta la aportación de cada uno de ellos al fondo europeo de recate (MEdE), por lo que Finlandia no sumaría la fuerza necesaria para ejercer el veto, pero sí Alemania.