Campamento de refugiados en Idomeni
STOYAN NENOV / REUTERS
Actualizado: viernes, 11 marzo 2016 17:30

"En Siria combatíamos contra Estado Islámico, ahora luchamos contra la naturaleza y creo que es peor", lamenta Ali

ATENAS/IDOMENI, 11 Mar. (Reuters/EP) -

El cierre de la ruta de los Balcanes ha dejado atascados a miles de inmigrantes y refugiados en la localidad griega de Idomeni, de donde sin embargo tienen la esperanza de salir a corto plazo. Las autoridades de Grecia intentan, a duras penas, "convencerles" de que no pueden seguir hacia el centro de Europa.

En los asentamientos improvisados de Idomeni se acumulan ya 12.000 personas, mientras en todo el país habría al menos 42.000. Grecia tiene la capacidad para albergar a 30.000 personas en campamentos y centros de acogida y espera aumentar a 50.000 la próxima semana, según el viceministro de Defensa, Dimitris Vitsas.

"Necesitamos convencer a estas personas, en la medida de lo posible y de una forma no violenta, de que hay refugios en el interior para acogerles", ha recalcado Vitsas en declaraciones a una emisora de radio helena.

El ministro de Protección Ciudadana, Nikos Toskas, ha reconocido en televisión que quienes están en Idomeni "mantienen la esperanza de que algunos de ellos puedan seguir hacia el norte". "Estamos intentando convencerlos de que la ruta de los Balcanes está cerrada", ha dicho.

La lluvia caída en los últimos días en Idomeni ha convertido la zona en un barrizal, lo que complica aún más las condiciones para quienes duermen al raso o en tiendas improvisadas. Las disputas por la comida o el fuego han provocado, además, algunos enfrentamientos en la zona.

"En Siria combatíamos contra Estado Islámico, ahora luchamos contra la naturaleza y creo que es peor", ha lamentado Ali, un refugiado de Alepo que lleva 20 días en Grecia. "Estado Islámico tiene límites, pero la naturaleza no", ha declarado a la agencia Reuters.

Al sur, más de 3.500 personas se agolpan en el puerto de Pireo --cerca de Atenas-- tras llegar en barcos desde las islas griegas en el Egeo. Toskas ha explicado que las autoridades intentan subir a estos refugiados en autobuses para trasladarles a un campamento, pero rehúsan porque "se creen que en cuanto lleguen a Idomeni, cruzarán al centro de Europa".

AYUDA ANTE UN FLUJO INCESANTE

La cadena de tapones en que se ha convertido Grecia tiene su origen en el flujo constante de pateras que continúan llegando a las islas del Egeo. Una fuente oficial turca ha asegurado, sin embargo, que el número de personas que siguen esta ruta ha caído a 2.000 al día, menos de una tercera parte de las 6.800 de octubre.

Más de 130.000 personas han arribado a Grecia sólo este año, lo que ha contribuido a poner más al límite unos recursos que parecen no alcanzar. La UE lanzó la semana pasada un programa de ayuda valorado inicialmente en 700 millones de euros.

El comisario de Ayuda Humanitaria, Christos Stylianides, ha reiterado este viernes desde Atenas el "deber moral de los europeos para ofrecer su ayuda a los refugiados", si bien en estos últimos días el debate se ha centrado más en cómo mantener o devolver a Turquía a los refugiados que siguen saliendo de Siria.

Entretanto, el presidente de Macedonia, Gjorge Ivanov, ha criticado en una entrevista al diario 'Bild' la supuesta falta de actuaciones por parte de las autoridades griegas: "Consiguen todo lo que quieren. El único problema es que no hacen nada con ello".

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