MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
El grupo armado kurdo Partido Democrático del Kurdistán Iraní (PDKI) ha afirmado este miércoles estar detrás de la muerte de seis miembros de las fuerzas de seguridad iraníes en un enfrentamiento en la provincia de Azerbaiyán Occidental (noroeste).
Rostam Jahangiri, comandante del grupo, ha afirmado que los enfrentamientos estallaron después de que las fuerzas de seguridad "atacaran" la localidad de Zeue --situada cerca de Piranshahr--, según ha informado la cadena de televisión kurda Rudaw.
Así, ha afirmado que los agentes iraníes "humillaron" a los residentes y quemaron varias viviendas, tras lo que unidades del PDKI se enfrentaron a ellos, matando a seis miembros de las fuerzas de seguridad.
Las palabras de Jahangiri han llegado horas después de que la Guardia Revolucionaria confirmara la muerte de tres miembros de los servicios de Inteligencia en la ciudad de Piranshahr "en un combate con elementos antirrevolucionarios",
El PDKI puso fin el 2015 a un alto el fuego que había estado en vigor durante dos décadas para desplegar a milicianos armados en la zona de mayoría kurda de Irán, en el noroeste del país.
El enfrentamiento entre el grupo y las fuerzas de seguridad tiene lugar en el marco de las manifestaciones en el país contra la mala situación económica.
Este mismo miércoles, el secretario general del PDKI, Mustafá Hijri, ha pedido a la comunidad internacional que "apoye al pueblo en su lucha por la democracia", recalcando que los kurdos iraníes apoyan a Irán y no "al régimen islamista".
Más de 20 personas han muerto y más de 450 han sido detenidas desde el pasado jueves, cuando comenzaron las protestas. En un principio, los iraníes protestaban por las malas condiciones económicas en el país, pero ya han empezado a entonar cánticos políticos. "Muerte al dictador", se ha escuchado en alusión al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei.
Este miércoles, en respuesta, han tenido lugar las primeras manifestaciones a favor del Gobierno. La televisión estatal ha emitido imágenes en directo de marchas en Kermanshah, Ilam y Gorgan. "La sangre en nuestras venas es un regalo para nuestro líder" y "No dejaremos solo a nuestro líder", han coreado.
Durante la jornada, el comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán, Mohamad Alí Yafari, ha anunciado "el fin de la sedición", agregando que "un gran número de personas generadoras de problemas en el centro de la sedición (...) han sido arrestadas".
En sus declaraciones, Yafari ha resaltado que la Guardia Revolucionaria ha intervenido "de forma limitada" en tres provincias del país, añadiendo que "el número de generadores de problemas no supera las 15.000 personas a nivel nacional", tal y como ha recogido la cadena de televisión británica BBC.
Asimismo, ha manifestado que estas personas "recibieron entrenamiento de contrarrevolucionarios", apuntando directamente a la Organización de los Muyahidín del Pueblo de Irán (PMOI), según ha informado la agencia iraní de noticias Tasnim.
Yafari ha atribuido las protestas a agentes externos. En concreto, ha acusado a Estados Unidos, Arabia Saudí e Israel de intentar infiltrar a elementos terroristas en Irán para provocar el caso. El general ha asegurado que han tratado de introducir a miembros de Estado Islámico que, según ha asegurado, ya han sido neutralizados.
Hasta ahora, las autoridades iraníes se habían abstenido de enviar a la Guardia Revolucionaria o a la milicia Basij para reprimir las manifestaciones contra el Gobierno, algo que sí hicieron en 2009, cuando cientos de iraníes se echaron a las calles para denunciar fraude en la reelección de Mahmud Ahmadineyad.
Entonces, la dura represión de las fuerzas de élite se saldó con 55 muertos y unos 4.000 detenidos.