MADRID 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
El grupo islamista Ansar Dine, vinculado a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), ha aceptado declarar un alto el fuego unilateral y su líder, Iyad ag Ghaly, ha ordenado el cese de los ataques a sus hombres, según el presidente del Alto Consejo Islámico de Malí, Mahmud Dicko.
En declaraciones al diario francés 'Liberation', Dicko ha confirmado que recibió una carta del líder de Ansar Dine en la que éste acepta un alto el fuego y declara "el cese de los ataques en toda la extensión del territorio".
"Hacía alrededor de ocho meses que discutíamos, por intermediario o por correo", ha explicado el imán al diario galo, confirmando así una información adelantada por el portal Malijet.com. "Siempre he creído que era posible encontrar una solución, ya que, después de todo, los dos somos malienses, del norte y musulmanes", ha añadido.
Malijet, que había tenido acceso a la misiva y había confirmado la autenticidad de la misma con Dicko, ha precisado que la carta está fechada el 27 de septiembre pasado, está escrita en árabe y la firma el líder de Ansar Dine.
"Aceptamos el alto el fuego que nos ha propuesto, lo que conllevará el cese de los ataques armados en toda la extensión del territorio y sobre todo en el norte del país", reza el texto de la carta traducido por Malijet.
En el documento, Iyad ag Ghaly reitera su respaldo a la 'sharia', confía en que "todos vamos a aprovechar esta oportunidad histórica para mejorar la situación en la que el país se encuentra" y expresa el reconocimiento de su grupo de la "integralidad territorial de Malí".
Ag Ghali, un tuareg, fundó en 2012 Ansar Dine, organización que tuvo un papel central en la rebelión yihadista que ese año se hizo con el control de buena parte del norte del país y amenazó con llegar hasta Bamako. El grupo quedó fuera de los acuerdos alcanzados el año pasado por el Gobierno maliense con algunos grupos separatistas tuareg del norte.
Ansar Dine está detrás de varios ataques en el norte del país, incluido uno en agosto en el que murieron 17 militares malienses, así como la mina que mató a tres soldados franceses el pasado abril.