MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de migrantes haitianos ha demandado a la Administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por malos tratos a los migrantes, especialmente a los que se asentaron en el campamento de Del Río, en el estado de Texas, donde se dieron imágenes de guardias fronterizos a caballo atrapándoles con un lazo.
Hasta 15.000 migrantes solicitantes de asilo, la mayoría de origen haitiano, se llegaron a concentrar bajo un puente de la localidad texana en la frontera entre Estados Unidos y México. Según detallaron las autoridades, unos 8.000 decidieron regresar al país vecino de forma voluntaria, mientras que otros 5.000 fueron procesados por el Departamento de Seguridad Nacional para estudiar su posible deportación.
En aquel contexto se dieron imágenes de agentes de la Patrulla Fronteriza persiguiendo a caballo a los migrantes que ingresaban en territorio estadounidense, e incluso algunas otras en las que se veía a estos funcionarios capturándoles con un lazo.
Estas imágenes ya fueron repudiadas por la Casa Blanca. El presidente Biden incluso las consideró como "una vergüenza" para el país y anunció que habría consecuencias. En los mismos términos se manifestó el Departamento de Seguridad Nacional, que suspendió de forma temporal el uso de caballos por parte de la Guardia Fronteriza.
Así, la demanda presentada este lunes por los migrantes haitianos recoge de primera mano testimonios de ciudadanos que se asentaron en el campamento de Del Río, algunos de los cuales han trasladado que se sintieron "aterrorizados" por el 'modus operandi' de los agentes fronterizos estadounidenses, recoge la cadena CNN.
Esta demanda ha sido presentada ante el Tribunal del Distrito de Columbia, e incluye hasta once relatos de haitianos solicitantes de asilo que huyeron del lugar o fueron expulsados bajo el pretexto de la orden del Gobierno conocida como Título 42, aprobada por el expresidente Donald Trump, que permite la expulsión de migrantes.
En la denuncia también se critica que las autoridades de Estados Unidos "no tomaron ninguna medida para planificar la llegada de estos solicitantes de asilo", a pesar de que existían "advertencias".
A las críticas de su propia gestión por parte de Biden se sumaron en su día las disculpas de la delegación de Estados Unidos en Haití, que lamentó el trato ofrecido a los migrantes procedentes de este país.
"Fue una injusticia, estuvo mal. El orgulloso pueblo de Haití y cualquier migrante merecen ser tratados con dignidad", aseveró el director 'senior' del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio occidental de Estados Unidos, Juan González, durante una visita al país caribeño.
La crisis migratoria incluso se saldó con la dimisión del entonces enviado especial de Estados Unidos para Haití, Daniel Foote, quien renunció al cargo argumentando que no quería verse involucrado con la "inhumana y contraproducente decisión de deportar a miles de refugiados haitianos".