Un grupo de militares depone al líder de la junta en un nuevo golpe de Estado en Burkina Faso

El capitán Ibrahim Traoré, de 34 años y curtido en múltiples operaciones antiyihadistas, nuevo hombre fuerte del país

MADRID, 30 (EUROPA PRESS)

Un grupo de militares del llamado Movimiento Patriótico de Salvación y Restauración (MPSR), liderados por el capitán Ibrahim Traoré, han depuesto este viernes al líder de la junta de Burkina Faso y presidente de transición, Paul-Henri Sandaogo Damiba, en una nueva asonada en el país.

Los militares, que han defendido el golpe ante el descontento que vive el país por la inseguridad que provoca el terrorismo yihadista, han anunciado en la televisión estatal la suspensión del Gobierno de Transición y de la Constitución, según ha recogido el portal de noticias Burkina 24.

El MPSR seguirá al frente del país, aunque con Traoré a la cabeza, quien ha defendido junto con los demás militares que, con esta acción, buscan "restaurar la seguridad y la integridad del territorio" ante la "degradación continuada" de la situación securitaria en el país.

"Debido a la degradación continuada de la situación de seguridad, nosotros, oficiales, suboficiales y militares de las Fuerzas Armadas Nacionales, hemos decidido tomar la responsabilidad", ha dicho, leyendo un comunicado ante la televisión estatal.

En este sentido, ha anunciado un programa de "reorganización" del Ejército que permitirá a las unidades correspondientes lanzar contra-ofensivas. Traoré ha resaltado que el liderazgo y las decisiones tomadas por Damiba han comprometido "operaciones de carácter estratégico".

"El deterioro de la situación de seguridad, que justificaba nuestra acción, ha sido relegado a un segundo plano, en favor de desafortunadas aventuras políticas. Lejos de liberar los territorios ocupados, las áreas que alguna vez fueron pacíficas han quedado bajo el control de grupos terroristas armados", aseguró el portavoz golpista Farouk Azaria Songo durante su comparecencia.

Traoré, acompañado de un grupo de militares ataviados con sus uniformes y cascos, se ha autoproclamado así líder del MPSR y ha impuesto un toque de queda entre las 21.00 y las 5.00 horas (hora local). Asimismo, ha suspendido las actividades políticas en todo el país.

El capitán burkinés, jefe del cuerpo del regimiento de artillería de la ciudad de Kaya, será designado más tarde de forma oficial en el que es ya el segundo golpe de Estado en Burkina Faso desde la asonada que protagonizó Damiba en enero, según ha recogido el portal de noticias Infowakat.

El militar, de 34 años de edad, fue nombrado jefe del regimiento de artillería en marzo de 2022 y, según fuentes próximas a Radio Omega, se ha ganado la confianza de su camarilla a través de sus constantes participaciones en operaciones militares como la llevada a cabo en Otapuanu, en el este del país, en 2019.

Traoré también sirvió con el destacamento Markoye en la región del Sahel contra las actividades de Estado Islámico del Gran Sáhara (ISGS) y en varias operaciones en el sector norte del teatro de operaciones.

La asonada se produce después de que la capital de Burkina Faso, Uagadugú, haya sido escenario este viernes de una explosión y un intenso tiroteo, que se ha visto seguido de un importante despliegue militar y la suspensión de las emisiones de la cadena de televisión pública.

La movilización de militares ha tenido lugar tras una explosión en los alrededores en el aeropuerto de la capital, mientras que testigos citados por la revista 'Jeune Afrique' han indicado que los disparos han sido efectuados también cerca del Palacio Presidencial y la base Baba Sy, cuartel general del presidente de transición.

En este contexto, la sede de la cadena de televisión pública ha sido rodeada, tras lo que ha suspendido las emisiones. Si bien las emisiones han regresado horas después con un contenido general no relacionado con la actualidad, han vuelto a ser cortadas poco después, sin que se conozcan los motivos.

La confusión sobre la situación se ha visto acrecentada por la instalación de numerosas barricadas gestionadas por militares en varios puntos de la ciudad, incluidos los alrededores del Palacio Presidencial, mientras que un grupo de manifestantes han salido a las calles de Uagadugú para pedir la dimisión de Damiba y la liberación de Emmanuel Zoungrana, sospechoso de planificar un intento de golpe de Estado previo a la asonada que alzó al poder a Damiba.

El país se encuentra desde enero controlado por una junta militar tras el golpe dado por Damiba contra el entonces presidente, Roch Marc Christian Kaboré, tras un amotinamiento de militares en protesta por la inseguridad y la falta de medios para hacer frente al yihadismo.

El país africano ha experimentado en términos generales un aumento significativo de los ataques desde el año 2015, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región. Estos ataques han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y han hecho que florezcan los grupos de autodefensa.

CEDEAO Y LA ONU CONDENAN EL GOLPE

La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), principal organismo regional, ha condenado "en los términos más enérgicos la toma del poder por la fuerza que acaba de tener lugar este viernes" en un momento en que estaba logrando avances en las negociaciones con la anterior junta militar "para un retorno metódico al orden constitucional a más tardar el 1 de julio de 2024".

La CEDEAO "reafirma su oposición sin reservas a cualquier toma o mantenimiento del poder por medios inconstitucionales y exige el respeto escrupuloso del cronograma ya acordado con las Autoridades de Transición para un rápido retorno al orden constitucional a más tardar el 1 de julio de 2024", se lee en el comunicado.

La organización "advierte a cualquier institución, fuerza o grupo de personas que, mediante actos, impidan el retorno previsto al orden constitucional o contribuyan al debilitamiento de la paz y la estabilidad en Burkina Faso y la Región".

Naciones Unidas, por su parte, ha mostrado su preocupación por la situación en Burkina Faso. En ese sentido, la organización ha hecho un llamamiento a "la calma" y a evitar "más violencia", asegurando que Burkina Faso "necesita paz, necesita estabilidad y necesita unidad para luchar contra los grupos terroristas y las redes criminales que operan en algunas partes del país", según ha detallado en un comunicado.

"La ONU se solidariza con el pueblo de Burkina Faso y sigue comprometida con el rápido retorno del país a un orden constitucional", ha añadido.