Grupos de chechenos leales a Rusia se unen a los rebeldes prorrusos en el este de Ucrania

Actualizado: miércoles, 10 diciembre 2014 13:22

DONETSK (UCRANIA), 10 (Reuters/EP)

Decenas de hombres armados de Chechenia y leales a Rusia se han unido a los rebeldes prorrusos en el este de Ucrania. Según los propios milicianos chechenos, su "unidad de la muerte" luchará contra las autoridades de Ucrania con la fuerza de 300 personas, en su mayoría exsoldados.

Combatientes experimentados chechenos, cuya experiencia de combate se remonta a las guerras desarrolladas entre los años 1994-1996 y 1999-2000, están luchando junto a ambos bandos en el conflicto del este de Ucrania, añadiendo complejidad a la crisis mientras que Occidente sigue acusando a Rusia de estar involucrada.

Rusia ha negado en repetidas ocasiones el envío de tropas. Sin embargo, algunos combatientes sobre el terreno admiten ser exmilitares rusos que luchan como voluntarios.

"Somos un batallón de la muerte de voluntarios", ha reconocido un comandante del grupo, conocido bajo el apodo de 'Stinger', desde un antiguo campamento turístico que se ha convertido en la base del bastión rebelde de Donetsk.

"Hay alrededor de trescientos chechenos en la región de Donetsk. Tenemos experiencia en el campo de batalla de entre 10 a 20 años a partir de 1995", ha concretado el hombre de unos cuarenta años.

Algunos de estos milicianos han explicado que, aunque en un principio lucharon contra Rusia en Chechenia, al ser amnistiados por el expresidente y aliado del Kremlin, Kadirov Ajmet.

"Ahora somos soldados y oficiales del Ejército ruso, de las fuerzas especiales rusas, en su mayoría veteranos de las campañas de guerra", ha dicho 'Stinger'.

EL SEPARATISMO EN CHECHENIA

Las dos guerras vividas en Chechenia acabaron con gran parte de las fuerzas insurgentes separatistas, pero el malestar de la población sigue existiendo y se materializa en ataques dispersos.

La semana pasada, varios hombres armados atacaron un puesto policial y capturaron a un edificio en la capital regional de Grozni. Al menos 20 personas, entre ellas diez policías y diez presuntos milicianos, murieron.

La violencia estalló pocas horas antes de que el presidente ruso, Vladimir Putin, diera un discurso en Moscú. Ataques que se han entendido como un desafío simbólico al hombre que llegó al poder hace 15 años acreditado por la victoria del Ejército ruso en la segunda guerra de Chechenia.

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