Actualizado: miércoles, 9 diciembre 2015 11:22


RIAD, 9 Dic. (Reuters/EP) -

El grupo insurgente islamista Ahrar al Sham ha sostenido este miércoles que la oposición siria reunida en Arabia Saudí debe insistir en que el presidente, Bashar al Assad, se enfrente a la justicia y que las instituciones de opresión sirias sean desmanteladas.

La organización islamista, cuyos fundadores tenían lazos con Al Qaeda, han acudido a la reunión en Riad junto con otros miembros de la fracturada oposición siria y grupos rebeldes, con el fin de forjar una unidad común que permita terminar con la guerra civil que dura ya cuatro años.

Esta declaración inflexible, publicada por los delegados que se han reunido en la capital saudí, refleja las divisiones a las que se enfrentan los líderes si quieren conseguir un acuerdo.

El encuentro ha comenzado este miércoles en un hotel fuertemente protegido en Riad. Los periodistas han tenido que dejar el lugar este martes, antes de que llegaran los delegados.

Ahrar al Sham ha asegurado que algunos de los invitados están "más cerca de lo que representa el régimen que de la gente y la revolución", y que la representación rebelde en las conversaciones de Riad no refleja su presencia en el terreno.

Varias figuras de la oposición han informado de que Arabia Saudí había invitado inicialmente a 65 participantes, 15 de ellos de grupos rebeldes e insurgentes. Ha incluido facciones islamistas, como el Ejército del Islam y Ahrar al Sham, que todavía luchan junto al ala siria de Al Qaeda, el Frente al Nusra, y que defienden una agenda nacionalista.

Una docena de grupos que luchan bajo el mando del Ejército Libre Sirio también han asistido así como figuras políticas de la oposición en el exilio, quienes han visto limitada su influencia dentro de Siria, y algunos de los grupos de la oposición que permanecen en el país.

FIN DE LA OCUPACIÓN RUSA E IRANÍ

Ahrar al Sham ha asegurado que defenderían sus posturas, incluyendo "la limpieza completa de la ocupación rusa e iraní sobre territorio sirio, y de las milicias sectarias que los apoyan". El grupo ha llamado a "acabar con el régimen de Al Assad junto con todos sus pilares y símbolos, y ofrecerles la mano para un trato justo".

La seguridad e instituciones militares sirias deben disolverse, ya que no se corresponden con los términos que se acordaron en Viena el mes pasado, según los cuales las instituciones estatales tienen que mantenerse intactas durante cualquier transición de poder, según ha denunciado Ahrar.

El encuentro en Viena, al que asistieron Rusia, Estados Unidos y varias potencias de Europa y Oriente Próximo, también se decidió comprometerse con "un carácter no sectario" de Siria.

La lucha ha enfrentado a la mayoría de los grupos musulmanes suníes contra el Ejército sirio, que es apoyado por milicianos del partido-milicia chií libanés Hezbolá y de Irán. Al Assad procede de la minoría chií alauí y el país también tiene población cristiana y drusa.

Ahrar ha defendido que la "identidad islámica" de Siria tiene que mantenerse.

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