MOSCÚ, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Costera rusa ha desmentido las informaciones sobre el incidente entre un mercante turco y un convoy con dos plataformas de prospección en las inmediaciones de Crimea.
La empresa estatal rusa Chornomornaftogaz, dueña de las plataformas, informó previamente de que un crucero lanzamisiles y una lancha de la Guardia Costera obligaron a desviarse a un mercante turco que se cruzó con el convoy.
"Tras un contacto de radio con el barco turco sobre la recomendación del buque de la Flota del Mar Negro y para garantizar la seguridad de la navegación, cambió su rumbo", ha explicado una fuente del Servicio de la Guardia Costera rusa en declaraciones a la agencia de noticias Itar-Tass.
"La distancia entre las embarcaciones ha sido de más de dos millas marítimas. El barco turco no intentó detener ni embistió en forma alguna contra las plataformas", ha añadido.
Este hubiera sido el tercer incidente marítimo entre Rusia y Turquía en cuestión de días tras las protestas turcas por la exhibición de un lanzacohetes por parte de un soldado ruso desde la cubierta de un buque de guerra al paso por Estambul el pasado 6 de diciembre y de que el domingo una fragata rusa realizara disparos de advertencia contra un pesquero turco para evitar una colisión en aguas del mar Egeo.
La relación entre Rusia y Turquía se ha deteriorado desde que Turquía derribara un avión ruso que habría violado su espacio aéreo, convirtiéndose así en el primer miembro de la OTAN en abatir uno en más de 50 años. Ankara denuncia que el avión ruso violó su espacio aéreo, pero Rusia asegura que en ningún momento abandonó el espacio aéreo sirio.
Turquía consideraba a Rusia como un aliado estratégico y es su principal proveedor de energía a pesar de sus diferencias sobre Siria. Pero desde que el avión ruso fuera derribado por Turquía, Moscú ha impuesto sanciones económicas contra el país que incluyen el embargo de alimentos y otros productos turcos por un valor que alcanzaría los 1.000 millones de dólares.