MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Revolucionaria de Irán ha amenazado con invadir la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, escenario desde hace semanas de enfrentamientos entre fuerzas iraníes y grupos de oposición a los que acusa de fomentar las protestas en Irán por la muerte de una joven kurdo-iraní bajo custodia policial.
"Ante la incapacidad de algunos vecinos a la hora de expulsar a elementos del separatismo terrorista y otros hipócritas apostados en la frontera, las fuerzas acorazadas y especiales de la República Islámica de Irán están listas para desplegarse y liberar a esta región de este mal para siempre", según un comunicado recogido por la agencia kurda Rudaw.
Las autoridades kurdas han acusado a Irán de realizar ataques indiscriminados contra la población civil de la zona, como el ocurrido el 28 de septiembre cuando un ataque con misiles y aviones no tripulados mató al menos a 16 personas, entre ellas una mujer embarazada, denuncian.
Estos ataques alcanzaron sedes de organizaciones opositoras a las autoridades iraníes como el Partido para la Libertad del Kurdistán (PAK), el Partido Democrático del Kurdistán de Irán (PDKI), el Partido por una Vida Libre para el Kurdistán (PJAK) y Komala en las provincias de Suleimani y Erbil.
El PDKI reivindica la creación de una entidad kurda en Irán, algo a lo que se ha negado la República Islámica. Combatientes del PDKI y la Guardia Revolucionaria se enfrentaron en 2015 en el norte de Irán, dejando varios muertos y heridos en ambos bandos.
Las autoridades iraníes han acusado a grupos opositores kurdos de azuzar las recientes protestas en el país por la muerte de Mahsa Amini, una joven de 22 años de la minoría kurda muerta bajo custodia tras ser detenida en Teherán por supuestamente llevar mal puesto el velo.
Irán tiene unos siete millones de kurdos, lo que representa cerca de un diez por ciento de su población. La mayoría viven en la región de Kurdistán, situada en el noroeste del país, junto a la frontera con Irak.