Abogados, familiares y diplomáticos denuncian la situación y piden que no se desvelen las identidades por temor a represalias
LONDRES, 9 Nov. (Reuters/EP) -
La Guardia Revolucionaria iraní ha arrestado a 30 ciudadanos con doble nacionalidad a lo largo de los últimos dos años, en su mayoría por cargos de espionaje, según datos aportados por abogados, diplomáticos y familiares de los arrestados.
La cifra supone más del doble del número del que habían informado previamente algunos medios internacionales y representa un notable aumento desde 2015, el año en el que el régimen de los ayatolás firmó el acuerdo nuclear con el grupo 5+1 (Rusia, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania). En los años anteriores al pacto, la cifra de ciudadanos con doble nacionalidad detenidos cada año no llegaba a la decena de personas.
Este aumento de los detenidos con doble nacionalidad apunta también a una nueva tendencia, toda vez que la mayoría de los arrestados desde 2015, 19 del total de 30, tenían la nacionalidad de países de Europa. Con anterioridad, la mayoría de los detenidos tenían doble nacionalidad de Irán y de Estados Unidos.
Abogados y familiares de los detenidos han dicho que la Guardia Revolucionaria los está utilizando como moneda de cambio en las relaciones internacionales y para desalentar a las empresas europeas que quieren hacer negocio en la República Islámica desde la firma del pacto nuclear.
Además de ser la fuerza de seguridad más poderosa de Irán, la Guardia Revolucionaria iraní tiene amplios intereses comerciales y ha llegado a criticar al Gobierno por conceder contratos a empresas extranjeras.
La Guardia Revolucionaria iraní no ha querido pronunciarse sobre el tema. El Gobierno iraní, por su parte, ha remitido a Reuters al poder judicial, que tampoco ha querido pronunciarse sobre la información de la agencia de noticias.
Las autoridades iraníes han negado en anteriores ocasiones que hayan detenido a personas para conseguir algo a cambio y han acusado a Occidente de mantener a iraníes detenidos con cargos inventados. Familiares de iraníes con doble nacionalidad detenidos en Irán, sus abogados y diplomáticos occidentales han informado sobre la identidad, la fecha de los arrestos y los cargos presentados, bajo la condición de que los detenidos no fueran identificados por el temor a las repercusiones.
El Gobierno de Irán no suele informar sobre los arrestos que se realizan ni los cargos y no reconoce la doble nacionalidad, una condición cuyos derechos se contemplan en la Convención de Viena de Naciones Unidas.
DENUNCIAN QUE SON ARRESTOS SILENCIADOS POR IRÁN Y POR OCCIDENTE
En todos los casos, las fuentes han dicho que los detenidos no han llevado a cabo ninguna actividad de espionaje y que han sido detenidos solo por su segunda nacionalidad. Las fuentes consultadas han dicho que están dispuestas a hablar sobre el tema porque los arrestos se han mantenido silenciados tanto por el Gobierno iraní como por los países occidentales.
Algunos gobiernos argumentan que mantener un perfil bajo favorece la situación de los detenidos. "Esto es en mayor parte lo que guía nuestro enfoque", ha afirmado una fuente gubernamental británica. Daphne Kerremans, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Países Bajos, ha subrayado que identificar a los detenidos "podría acarrear problemas a los prisioneros".
Algunos de los familiares de los arrestados han dicho que han decidido romper su silencio cuando han visto mermadas sus esperanzas de que sean liberados sus familiares. La esposa de Ahmadreza Djalali, un científico sueco-iraní detenido en 2016 tras asistir a una conferencia en Teherán, decidió denunciar su caso en febrero.
"Todos confiábamos que fuera liberado pronto. Nos llamaba desde prisión, diciendo que no había sido imputado. Le habían dicho que sería liberado tras responder unas pocas preguntas", ha explicado por teléfono desde Estocolmo su esposa, Vida Mehrannia. "Hice público el caso en los medios tras nueve meses, cuando le amenazó un fiscal con la pena de muerte y se puso en huelga de hambre", ha asegurado. Djalali fue condenado a muerte en octubre por cargos de espionaje.
La confirmación oficial de nuevos arrestos llega a veces de forma indirecta. Los documentos de una sesión del Parlamento europeo en junio de 2017 pusieron de manifiesto que hay tres ciudadanos con doble nacionalidad de Países Bajos e Irán encarcelados en prisiones de la República Islámica. Solo uno de los casos era conocido por la opinión pública.
Preguntado por los otros dos casos hasta entonces desconocidos, una portavoz del Ministerio de Exteriores holandés ha contado a Reuters que se trata de dos personas detenidas en noviembre de 2012 y en enero de 2016 y que el Ejecutivo está actuando para "garantizar un juicio justo", "no para exigir su liberación".
"Es muy difícil para el Gobierno holandés dar su apoyo porque Irán no reconoce la nacionalidad holandesa de los prisioneros y da poca información sobre ellos", ha asegurado la portavoz. En enero de 2016, el entonces primer ministro británico, David Cameron, abordó en una llamada telefónica con el presidente iraní, Hasán Rohani, la situación de tres ciudadanos con doble nacionalidad, según consta en una transcripción publicada por el Ejecutivo de Londres.
Nazanin Zaghari-Ratcliffe, una cooperante británica-iraní empleada de Thomson Reuters Foundation, fue detenida en abril de 2016 cuando se encontraba de vacaciones en Irán y fue posteriormente imputada por intentar derrocar al régimen de Teherán. La empresa y su familia siempre han rechazado los cargos en su contra.
"La única cosa que como familia podemos hacer en denunciar la injusticia", ha asegurado el marido de la detenida, Richard Ratcliffe. Ratcliffe y otras personas han asegurado esta semana que el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, hizo unas declaraciones equivocadas sobre ella ante unos parlamentarios. Johnson declaró que la mujer "estaba simplemente enseñando periodismo" y, posteriormente, aclaró que el Gobierno británico no tiene dudas de que ella estaba de "vacaciones" en territorio iraní.
En 2016, Irán liberó a cinco ciudadanos estadounidenses en el marco de un intercambio de presos durante la puesta que coincidió con la aplicación del pacto nuclear. Desde entonces, otros seis ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes han sido arrestados en Irán, según han contado sus abogados y familiares a la prensa. Uno de ellos fue liberado bajo fianza.