LONDRES/ABÚ DHABI 14 Jul. (Reuters/EP) -
La guerra en la que vive sumido Yemen desde marzo de 2015 y el bloqueo económico aparejado al conflicto han llevado a muchas zonas de este país al borde de la hambruna, hasta el punto de que, según la ONU, más de la mitad de la población yemení sufre malnutrición.
Una fuente involucrada en las relaciones comerciales con el exterior ha asegurado que hasta 260 millones de dólares se encuentran bloqueados en bancos yemeníes por la ruptura de las relaciones con la mayoría de las entidades occidentales. La cifra ha sido confirmada también por una persona vinculada al reparto de ayuda humanitaria.
Sin la posibilidad de adquirir bienes básicos como trigo o harina, muchas zonas de Yemen viven con el riesgo de sufrir hambruna. "Estos fondos probablemente seguirán bloqueados en el futuro cercano. Para los importadores privados, supone un obstáculo más y un nuevo signo del empeoramiento de la crisis", ha explicado la fuente, que teme que el problema vaya a más en la medida en que ningún banco yemení puede enviar dinero al exterior de forma directa.
La única opción es, por tanto, exportar el dinero físicamente, algo que también se ha vuelto "complicado". Una fuente de un banco local ha explicado que el Gobierno yemení permitió este año la exportación a Bahréin de hasta 100 millones de dólares procedentes de tres entidades financieras, dentro de un proceso que duró varios meses.
"Los bancos perdieron mucho dinero haciendo esto, ya que el alquiler del avión en el que transfirieron los fondos rondó los 600.000 dólares", ha añadido.
El director para Yemen de la ONG Oxfam, Sajjad Mohamed Sajid, ha lamentado el "virtual bloqueo económico" que afecta a Yemen. "Si los reguladores bancarios no reabren las cuentas y permiten a las compañías alimentarias comerciar, no faltará mucho hasta que los avisos de catástrofe se conviertan en realidad", ha dicho.
Yemen sólo habría recibido este año 580.000 toneladas de trigo, muy por debajo de las tres millones que necesita el sector. Mohamed Abdul Latif, un ingeniero en paro, ha contado que el precio del saco de 40 kilos de harina ha subido de 5.000 a 7.000 riales (unos 25 dólares) en ciudades y a 8.000 en áreas rurales.
"La gente está viviendo una tragedia. No podemos proporcionar comida a nuestras familias por la subida de los precios, especialmente en las zonas rurales, de donde han huido miles de personas", ha dicho Latif, que vive cerca de Ibb.
RIESGO DE HAMBRUNA
Naciones Unidas ha advertido de que 10 de las 22 regiones de Yemen se encuentran actualmente en nivel 4 en materia de alimentación, sólo uno por debajo del que supondría ya la declaración de hambruna. El nivel cinco se declara si al menos el 20 por ciento de los hogares de una determinada zona sufren graves carencias, los niveles de malnutrición exceden el 30 por ciento y la tasa de mortalidad supera al día los dos fallecimientos por cada 10.000 personas.
Actualmente, más de la mitad de la población yemení sufre malnutrición y la ONU calcula que 21 de los 28 millones de habitantes precisan de algún tipo de asistencia humanitaria.
El representante en la zona de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Abdessalam Ould Ahmed, ha advertido de que la reducción de las importaciones de comida se traduce en una menor cantidad de alimentos a disposición de la ciudadanía. Ahmed ha apuntado que, aunque Yemen no ha alcanzado la fase cinco, existe un "significativo deterioro" en zonas como la ciudad de Taiz.