NUEVA YORK, 17 Mar. (Reuters/EP) -
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha aceptado este viernes la dimisión de la directora de la Comisión Económico-Social para Asia Occidental (ESCWA), Rima Jalaf, que ha decidido renunciar por las supuestas presiones recibidas tras denunciar en un informe sobre Israel un régimen de Apartheid contra la población palestina.
Guterres había pedido a Jalaf que retirara el informe porque había sido publicado en nombre de la Secretaría General de Naciones Unidas, ante la que responden todos los relatores especiales, sin que él hubiera dado el visto bueno.
"El secretario general no puede aceptar que un subsecretario general o cualquier otro alto cargo de la ONU que le informa a él directamente autorice una publicación con el nombre de la ONU, con el logo de la ONU, sin consultar", ha dicho el portavoz de Guterres, Stephane Dujarric.
Dujarric ha dejado claro, en declaraciones a los medios de comunicación, que "no es una cuestión de contenido", es decir, por las denuncias recogidas en el informe, sino de "proceso", por saltarse la cadena de mando.
Jalaf ha presentado este viernes su dimisión tras denunciar presiones para que retirara un informe en el que acusa a Israel de practicar una política segregacionista, al estilo del Apartheid en Sudáfrica, contra la población palestina, según ha hecho saber en una rueda de prensa en Beirut (Líbano), recogida por la cadena 'Palestine Today'.
Jalaf destacó que se trataba de la primera vez que un órgano de la ONU determina de forma "clara" que Israel "es un Estado racista que ha establecido un sistema de Apartheid con el que persigue a la población palestina".
La ESCWA comprende 18 países árabes y ha preparado el informe, presentado en Beirut, a petición de los estados miembros. Según el documento, el "principal método" del supuesto Apartheid es la "fragmentación estratégica" de los palestinos, de tal forma que éstos han quedado divididos en grupos oprimidos con "distintas leyes, políticas y prácticas".
La ESCWA dice contar con "pruebas abrumadoras" que respaldan su tesis, aunque al mismo tiempo también admite que "sólo una sentencia de un tribunal internacional" podría sentar cátedra en esta materia. Israel siempre ha negado cualquier equiparación con las prácticas del Apartheid.
El informe lleva la firma de un antiguo relator de la ONU para los Territorios Palestinos, Richard Falk, que ya criticó durante su anterior etapa los abusos cometidos por las autoridades israelíes, lo que le valió críticas por parte de Estados Unidos.