El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres. - Kay Nietfeld/dpa
Amnistía Internacional y HRW culpan a Trump de incitar a la violencia por no reconocer los resultados electorales
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se ha mostrado "entristecido" por la toma del Capitolio por parte de una turba de seguidores del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y ha pedido a los líderes políticos que no insten a sus seguidores a la violencia.
Cuando el Congreso estadounidense se disponía a certificar el ganador de las elecciones presidenciales este miércoles, un grupo de seguidores ha interrumpido en la sede estadounidense, dejando hasta el momento una persona muerta.
Ante estos actos, Guterres ha recordado que "es importante que los líderes políticos inculquen a sus seguidores la necesidad de abstenerse de usar la violencia, así como respetar los procesos democráticos y el estado de derecho", a través de un comunicado emitido por su portavoz, Stephane Dujarric.
También el presidente de la Asamblea General de la ONU, Volkan Bozkir, ha rechazado y se ha mostrado preocupado por la violencia vivida este miércoles en la capital estadounidense.
"La democracia de Estados Unidos es una de las mayores democracias del mundo. Creo que la paz y el respeto a los procesos democráticos prevalecerán en este momento crítico en nuestro país anfitrión", ha señalado Bozkir.
La Unión Interparlamentaria (UIP) ha condenado "enérgicamente" la violencia y el asalto al Capitolio, y ha remarcado que "se debe respetar la integridad de este bastión de la democracia y de los representantes del pueblo de Estados Unidos".
VIOLENCIA "INCENTIVADA POR TRUMP"
Por su parte, el director ejecutivo interino de la organización Amnistía Internacional (AI) en Estados Unidos, Bob Goodfellow, también ha considerado a través de un comunicado que "la negativa del presidente Trump a facilitar una transferencia pacífica del poder ha puesto en grave peligro los Derechos Humanos, la seguridad pública y el estado de derecho en Estados Unidos".
Además, ha denunciado que "el abrazo del presidente a los grupos supremacistas blancos y extremistas ha avivado aún más las llamas del caos y la violencia" que se ha producido este miércoles.
Goodfellow ha recordado que Trump ha alentado repetidamente la violencia y el desorden por parte de sus partidarios y agrega que "estas no son las acciones de un líder, sino de un instigador".
Ante esto, "todos los funcionarios públicos deben condenar las palabras del presidente", así como "respetar, proteger y cumplir los Derechos Humanos, incluido el derecho a estar libres de violencia, intimidación y racismo".
Por su parte, la ONG Human Rights Watch (HRW) ha instado a Trump y a sus partidarios en el Congreso a "reconocer inmediatamente la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre y dejar de atacar los procesos democráticos de Estados Unidos".
Además, la Administración de Trump debería tomar medidas para evitar "una mayor interferencia forzosa en el proceso democrático", mientras que el futuro fiscal general estadounidense debería abrir diligencias y buscar responsabilidades de la toma del Capitolio.
"Esta es la culminación de una campaña temeraria del presidente y sus partidarios para socavar los procesos democráticos y el Estado de derecho desde su derrota electoral. El Gobierno tiene que pedirles responsabilidades", ha destacado la directora ejecutiva del Programa de Estados Unidos de HRW, Nicole Austin-Hillery.
HRW no solo culpa a Trump de los incidentes, sino que "los legisladores republicanos están permitiendo el asalto de Trump a la democracia al oponerse al principio democrático básico de que el pueblo elige a sus líderes".