MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado este martes los dos atentados registrados durante la jornada en la capital de Irak, Bagdad, y que han dejado más de 20 muertos y cerca de un centenar de heridos a tan sólo dos días de comenzar el mes sagrado musulmán del Ramadán.
En un comunicado, el portavoz del jefe de la ONU, Stéphane Dujarric, ha señalado que Guterres ha condenado "en sus más enérgicos términos" los ataques y ha trasladado su solidaridad a las familias de las víctimas, así como su deseo de una pronta recuperación a los heridos.
Asimismo, ha reiterado que Naciones Unidas seguirá apoyando al Gobierno y al pueblo iraquí "en sus esfuerzos por combatir el terrorismo" y ha señalado que espera que los responsables de los ataques sean detenidos y procesados.
Al menos 20 personas han muerto y unas 80 personas han resultado heridas como consecuencia de dos atentados distintos perpetrados en Bagdad, según fuentes de los servicios de seguridad.
El primer atentado, cuya responsabilidad ha reivindicado Estado Islámico, ha tenido lugar poco después de la medianoche y ha sido perpetrado por un terrorista suicida con un coche bomba, acabando con la vida de trece personas y dejando a unas 40 heridas en el barrio de Karrada, con mayoría de población chií.
Horas después, un segundo atentado con bomba ha acabado con la vida de siete personas y ha dejado a otras 38 heridas cerca de una oficina gubernamental en el distrito de Karj, también en la capital iraquí. Por el momento, ningún grupo terrorista ha reivindicado la autoría de este ataque.
Los dos atentados se han registrado en plena celebración del Ramadán, el mes sagrado de los musulmanes en el que mantienen el ayuno desde que sale hasta que se pone el sol.
El barrio de Karrada sufrió en julio de 2016 un atentado con camión bomba que acabó con la vida de 324 personas, el ataque más grave registrado en Irak desde la invasión de las fuerzas militares estadounidenses en 2003. Estado Islámico reivindicó la responsabilidad por ese ataque.
El grupo terrorista Estado Islámico ha estado retirándose en Irak desde finales de 2015 como consecuencia de la presión de la ofensiva de la coalición apoyada por Estados Unidos y respaldada por milicias chiíes.
Estado Islámico está ahora sitiado en un enclave en la ciudad de Mosul, que ha utilizado como su 'capital de facto' en Irak y desde la que proclamó su 'califato' en 2014.