António Guterres
DENIS BALIBOUSE / REUTERS
Actualizado: lunes, 15 mayo 2017 4:32


MADRID, 15 May. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado este domingo los últimos ataques perpetrados por la milicia 'anti balaka' contra civiles y miembros de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de la ONU en República Centroafricana (MINUSCA) en la localidad de Bangassou (sureste).

En su comunicado, ha lamentado que estos ataques "han provocado un significativo desplazamiento de población, un número indeterminado de víctimas civiles y la muerte de un 'casco azul' marroquí", lo que eleva a seis el número de miembros de la MINUSCA muertos en ataques de los 'anti balaka' en la última semana.

Por ello, ha expresado sus condolencias a la familia del 'casco azul' y al Gobierno de Marruecos, reiterando que los ataques "podrían constituir un crimen de guerra".

Guterres ha condenado además este tipo de ataques contra civiles y efectivos de la MINUSCA, reclamando a las autoridades de RCA que investiguen lo ocurrido para llevar a los responsables ante la justicia.

Asimismo, ha manifestado que la ONU sigue comprometida con la aplicación del mandato de la misión, argumentando que "los últimos incidentes demuestran ampliamente que la situación en RCA es aún frágil, por lo que es necesario que haya un apoyo internacional y regional sostenido para superar los desafíos existentes".

El ataque fue perpetrado apenas unos días después de la muerte de cinco 'cascos azules' --cuatro camboyanos y un marroquí-- en un asalto perpetrado por 'anti balaka' contra un convoy de la MINSUCA que se dirigía a Bangassou.

Las milicias 'anti balaka' están integradas principalmente por cristianos y surgieron en respuesta a las milicias Séléka, integradas mayoritariamente por musulmanes.

La semana pasada, las agencias de la ONU y varias ONG habían advertido de que con una quinta parte de la población desplazada y casi la mitad necesitada de ayuda humanitaria, RCA se enfrenta al riesgo de volver a verse sumida en el caos al que la llevó el enfrentamiento entre los milicianos de Séléka, principalmente musulmanes, y las milicias 'anti-balaka', predominantemente musulmanas, que estalló en 2013.

Actualmente, hay más de 884.000 desplazados y unos 2,2 millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria en el país, donde la ausencia de una presencia del Estado en buena parte del territorio hace que sean los actores humanitarios los que cubran más del 50 por ciento de los servicios básicos.

Según UNICEF, la frágil recuperación, la violencia esporádica y la inestabilidad suponen una amenaza para la vida y el futuro de más de un millón de niños en el país a menos que reciban un mayor apoyo.

El ataque contra el convoy de la MINUSCA se produce después de que la semana pasada el coordinador humanitario de la ONU en RCA, Michael Yao, denunciara que desde marzo de este año se han producido 16 ataques contra los actores humanitarios en el país, solo en la prefectura de Ouham, en el norte. En total, desde que comenzó 2017, ha habido 33 incidentes en el país, lo que lo convierte en uno de los más peligrosos para los trabajadores humanitarios.

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