El secretario general de la ONU, António Guterres
TIKSA NEGERI/REUTERS
Actualizado: jueves, 11 mayo 2017 4:51


MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y el Consejo de Seguridad del organismo internacional han condenado el ataque perpetrado el martes contra un convoy de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en República Centroafricana (MINUSCA), que se saldó con cuatro 'cascos azules' muertos y diez heridos.

En su comunicado, Guterres ha expresado sus "profundas condolencias" a los familiares de las víctimas y a los gobiernos de los países que entregaron tropas a la misión afectados por el ataque. Las víctimas son de nacionalidad marroquí y camboyana.

Asimismo, ha recalcado que los ataques contra tropas de pacificación de la ONU "podría constituir un crimen de guerra", reclamando a las autoridades de RCA que lo investiguen y lleven "rápidamente" a los responsables ante la justicia.

En esta misma línea se ha expresado el Consejo de Seguridad, que ha condenado el ataque y ha expresado sus condolencias a las familias de las víctimas. Asimismo, ha pedido a las autoridades que continúen la búsqueda de un 'casco azul' que fue dado por desaparecido.

"Los miembros del Consejo de Seguridad condenan en los términos más firmes todos los ataques y provocaciones contra la MINUSCA por parte de los grupos armados", ha dicho, resaltando que "estos ataques podrían constituir un crimen de guerra".

El convoy había partido de Rafai y se dirigía a Bangassou, 474 kilómetros al este de la capital, Bangui, cuando fue atacado por "elementos armados" cerca de Yogofongo, a 20 kilómetros de su destino.

La MINUSCA, Guterres y el Consejo de Seguridad han responsabilizado del ataque a elementos 'anti-balaka', integradas principalmente por cristianos y surgieron en respuesta a las milicias Séléka, integradas mayoritariamente por musulmanes.

La semana pasada, las agencias de la ONU y varias ONG habían advertido de que con una quinta parte de la población desplazada y casi la mitad necesitada de ayuda humanitaria, RCA se enfrenta al riesgo de volver a verse sumida en el caos al que la llevó el enfrentamiento entre los milicianos de Séléka, principalmente musulmanes, y las milicias 'anti-balaka', predominantemente musulmanas, que estalló en 2013.

Actualmente, hay más de 884.000 desplazados y unos 2,2 millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria en el país, donde la ausencia de una presencia del Estado en buena parte del territorio hace que sean los actores humanitarios los que cubran más del 50 por ciento de los servicios básicos.

Según UNICEF, la frágil recuperación, la violencia esporádica y la inestabilidad suponen una amenaza para la vida y el futuro de más de un millón de niños en el país a menos que reciban un mayor apoyo.

El ataque contra el convoy de la MINUSCA se produce después de que la semana pasada el coordinador humanitario de la ONU en RCA, Michael Yao, denunciara que desde marzo de este año se han producido 16 ataques contra los actores humanitarios en el país, solo en la prefectura de Ouham, en el norte. En total, desde que comenzó 2017, ha habido 33 incidentes en el país, lo que lo convierte en uno de los más peligrosos para los trabajadores humanitarios.

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