KABUL 14 Jun. (Reuters/EP) -
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha advertido este miércoles de que no hay una solución militar en Afganistán, y ha instado a alcanzar un pacto que ponga fin al conflicto que está forzando a miles de personas a abandonar sus hogares.
La primera visita de Guterres a Afganistán como secretario general se produce en medio de conflictos internos en el Gobierno, con la insurgencia talibán ganando terreno en el país y la coalición militar internacional planeando enviar miles de soldados en apoyo a las fuerzas afganas.
La inestabilidad agrava la crisis de refugiados y desplazados internos, elevando la presión sobre las organizaciones humanitarias. Guterres, que durante diez años ocupó el cargo de Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), ha hablado desde un campamento de desplazados a las afueras de Kabul. "La paz es la única solución al problema", ha sentenciado.
Por lo menos 126.000 afganos han sido forzados a abandonar sus casas en lo que va de año, según datos de Naciones Unidas. Además, más de 218.000 refugiados afganos en Irán y Pakistán han regresado al país, unas cifras que podrían ascender a 600.000, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Guterres se ha entrevistado con Khumri, una mujer afgana de 30 años. Khumri lleva dos años viviendo con su familia en el campo de refugiados, después de que su marido fuera asesinado y de que las fuerzas gubernamentales ocuparan su pueblo en la provincia noroeste de Kapisa.
"Necesitamos de todo", ha declarado al contar la dificultad de encontrar agua limpia, comida o útiles de higiene, que llevan a muchas personas a la mendicidad.
ACCIONES DEL GOBIERNO
Guterres tiene planeada una reunión con el presidente afgano, Ashraf Ghani, que después del atentado en la capital que mató a más un centenar de personas trata de calmar la tensión en el Gobierno.
Ghani también recibió la semana a varias delegaciones internacionales en un intento por sentar las bases para las negociaciones de paz con los talibán, que se han quedado estancadas en medio de los enfrentamientos.
En una reunión el 6 de junio, Ghani amenazó con que si el grupo terrorista no se sentaba a la mesa, buscaría aumentar las sanciones internacionales. Unas sanciones, ha dicho Guterres, que dependerían del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El secretario general ha añadido que Afganistán ya ha soportado demasiadas "intervenciones extranjeras", y ha insistido en la necesidad de un acuerdo que ponga término a la guerra.
Miles de soldados extranjeros permanecen en Afganistán para entrenar y ayudar a las fuerzas gubernamentales, además de para llevar a cabo operaciones antiterroristas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado este miércoles al secretario de Defensa, Jim Mattis, la autoridad para establecer los niveles de tropas en Afganistán, que podría traducirse en un aumento de entre 3.000 y 5.000 efectivos adicionales, según Reuters.