MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha expresado este domingo su preocupación por la dimisión por sorpresa anunciada por el primer ministro de Líbano, Saad Hariri, después de que éste asegurara que lo hacía porque existía un plan para asesinarle.
Guterres ha mostrado su deseo de que "las partes centren sus esfuerzos en apoyar la continuidad de las instituciones del Estado libanés, cumpliendo la Constitución y salvaguardando la seguridad y la estabilidad (del país)".
"Naciones Unidas sigue comprometida a apoyar la seguridad, soberanía e integridad territorial de Líbano", ha afirmado el secretario general de la ONU, según su portavoz, Stéphane Dujarric.
Hariri viajó a Riad el viernes, desde donde anunció su dimisión por televisión el sábado, y aún no ha regresado a Líbano desde entonces. Argumenta su dimisión por una sospecha fiable de conspiración contra su vida de la que responsabiliza a Irán, rival de Arabia Saudí, y al partido-milicia chií libanés Hezbolá, aliado de Teherán.
En respuesta, el líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, ha insinuado que la dimisión del primer ministro ha sido forzada por Arabia Saudí e incluso ha dejado entrever que éste se encuentra retenido en Riad.
"¿Por qué no se ha permitido a Hariri volver a Líbano para anunciar su dimisión desde aquí y no desde Arabia Saudí?", se ha preguntado Nasralá en un discurso televisado. "Es evidente que la dimisión ha sido una dimisión saudí que ha sido impuesta al primer ministro Hariri", ha añadido.
En particular, ha asegurado que "Hariri ha recitado lo que escribió un saudí" y que "no es la retórica habitual de Hariri". "No vamos a comentar sobre el contenido a pesar del tono muy duro y peligroso porque creemos que este texto es un texto puramente saudí", ha argumentado.
Además, Nasralá ha pedido calma ante la posible inestabilidad. "Todos se han sorprendido por la dimisión, incluso los dirigentes del Movimiento Al Mustaqbal (liderado por Hariri) y es evidente que ha generado una atmósfera de tensión en Líbano, especialmente ante las amenazas y análisis que la han acompañado", ha apuntado. En ese sentido, ha hecho un llamamiento a la calma y ha expresado el "apego" de Hezbolá "a la seguridad y paz civil" de Líbano.
Por último, ha restado importancia a los rumores de una intervención militar israelí en Líbano. "Israel no trabaja para Arabia Saudí. La agresión israelí depende de los cálculos israelíes (...). La dimisión de nuestro Gobierno no tiene nada que ver con los cálculos israelíes", ha remachado.
Por su parte, el presidente libanés, Michael Aoun, ha decidido no aceptar la dimisión de Hariri hasta que éste vuelva al país y dé explicaciones de su decisión, según fuentes de la Presidencia del país.
Aoun ha comenzado durante la jornada los contactos con líderes políticos y religiosos para "preservar la unidad nacional, la atmósfera de seguridad y la estabilidad política, así como los logros conseguidos a lo largo del último año".