MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha expresado este martes su "profunda tristeza" por la muerte de dos investigadores de la ONU que habían desaparecido este mes en una zona de República Democrática del Congo (RDC) escenario de una virulenta insurgencia, cuyos cuerpos han sido localizados durante la jornada.
Michael Sharp, un ciudadano estadounidense, y Zaida Catalan, de nacionalidad sueca, desaparecieron en la región de Kasai, en el centro de RDC, según anunció el Gobierno congoleño el 13 de marzo, acusando a "fuerzas negativas" de su secuestro.
Los dos eran miembros de un grupo de expertos designados por el secretario general de la ONU para observar las violaciones de las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad en RDC.
El Gobierno del país africano ha confirmado durante la jornada que tres cuerpos, dos caucásicos y un congoleño, habían sido localizados no lejos del lugar dónde desapareció el grupo de expertos.
La Policía informó al Gobierno el lunes y un equipo, incluido el comisario de la Policía provincial, fue enviado al lugar para identificar los cuerpos, tras lo que se ha confirmado que se trata de Sharp, Catalan y su traductor.
"Michael y Zaida han perdido la vida intentando entender las causas del conflicto y la inseguridad en RDC para ayudar a traer la paz al país y a su pueblo", ha dicho Guterres en su comunicado.
"Honraremos su memoria continuando nuestro apoyo al inestimable trabajo del Grupo de Expertos y a la totalidad de la familia de la ONU en RDC", ha agregado.
Asimismo, ha expresado su deseo de que la causa de la muerte de los dos trabajadores "sea determinada tras un examen exhaustivo", agregando que "confía en que las autoridades congoleñas lleven a cabo una investigación completa".
"Pido a las autoridades congoleñas que continúen la búsqueda de los cuatro ciudadanos congoleños que acompañaban a nuestros colegas. La ONU cooperará con las autoridades en la continuación de la búsqueda", ha remachado.
Por su parte, la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha expresado sus condolencias a los familiares, colegas y amigos de Sharp y Catalan, recalcando que "perdieron la vida buscando la verdad, la justicia y el fin a la violencia y los abusos que los congoleños de la región de Kasai y más allá han sufrido".
"Es necesaria una investigación internacional e independiente en torno a estas muertes y desapariciones, así como sobre la violencia en la región de Kasai, para ayudar a poner fin a los abusos y llevar a los responsables ante la justicia", ha dicho la directora de HRW para África Central, Ida Sawyer.
Kasai Central ha venido registrando enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y la milicia Kamuina Nsapu en los que, según la ONU, han muerto al menos 400 personas y unas 200.000 se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
La Policía mató al líder de esta milicia, Kamuina Nsapu, en agosto de 2016, lo que desató la violencia de este grupo contra las fuerzas de seguridad. Precisamente, el pasado fin de semana, miembros de esta milicia decapitaron a 40 soldados congoleños.