MADRID 12 May. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha lamentado este sábado las más de 300 muertes que se han constatado en Afganistán como consecuencia de las lluvias torrenciales de los últimos días en el país y ha asegurado que la ONU está evaluando la situación para prestar asistencia.
"El Secretario General lamenta la pérdida de vidas provocadas por las inundaciones repentinas en la provincia de Baglán, en el noreste de Afganistán", ha informado su portavoz, Stephane Dujarric, en un comunicado.
Guterres no solo ha transmitido "su más sentido pésame a las familias de las víctimas" y ha deseado "una pronta recuperación a los heridos", sino que ha querido trasladar también al pueblo afgano "su solidaridad".
En este sentido, el portavoz del secretario general ha asegurado que Naciones Unidas está trabajando de manera coordinada con sus socios en Afganistán y con las autoridades de facto del país para "evaluar rápidamente (sus) necesidades y brindar asistencia de emergencia".
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA) ha estimado que más de 300 personas han muerto en las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales de los últimos días en el norte, centro y oeste de Afganistán. Aunque el PMA solo constata los fallecidos en la provincia de Baglán, una de las más afectadas, las autoridades talibán, que también han confirmado "cientos" de decesos, han informado igualmente de escenas de destrucción y víctimas mortales en las provincias de Badajsán, Ghor y Herat.
Por su parte, el portavoz del Ministerio del Interior talibán, Abdul Matin Qani, ha estimado unos 150 fallecidos, 131 de ellos en Baglán, veinte en Tajar, dos en Badajshán y al menos un centenar de heridos, aunque ha reconocido a la agencia de noticias DPA que las cifras podrían aumentar sustancialmente en las últimas horas dado que portavoces talibán hablan de "cientos" de fallecidos arrastrados por el agua.