NUEVA YORK, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha pedido este domingo el final de los ataques por tierra y aire en Yemen, una escalada de violencia registrada en los últimos días que afecta directamente a la población civil, ya castigada por la crítica situación del país.
"El secretario general está muy preocupado por la grave escalada de los enfrentamientos armados y ataques aéreos en Saná y en otras partes de Yemen en los últimos días. Los combates han provocado ya decenas de muertes y cientos de heridos, incluidos civiles (...). El secretario general insta a todas las partes del conflicto a cesar todos los ataques aéreos y terrestres", ha afirmado el portavoz de Guterres, Stephane Dujarric, en un comunicado oficial.
Guterres recuerda que los combates dificultan el movimiento de personas y servicios vitales dentro de Saná. "Las ambulancias y equipos médicos no pueden acceder a los heridos y la gente no puede salir a comprar comida u otras cosas necesarias", ha subrayado.
Además, el máximo responsable de la ONU ha denunciado que los cooperantes no pueden viajar ni poner en funcionamiento "programas que salvan vidas" en un momento en el que "millones de yemeníes dependen de la ayuda para sobrevivir".
"Este último repunte de la violencia no podía haber llegado en un peor momento para el pueblo yemení, atrapado ya en la mayor crisis humanitaria del mundo", ha alertado Guterres. El conflicto y el bloqueo impuesto por la coalición saudí el 6 de noviembre "han causado escasez de suministros críticos, en especial alimentos y combustible y ha provocado subidas de precio, menor acceso a la comida, al agua potable y a la atención sanitaria".
Por todo ello, Guterres ha pedido "la reanudación urgente de todas las importaciones comerciales sin las que millones de niños, mujeres y hombres caerían en el hambre, la enfermedad y la muerte".
La violencia se ha agravado en la última semana con la llamada del expresidente Alí Abdulá Salé a rebelarse contra las milicias huthis, sus antiguas aliadas. Las tropas leales a Salé cuentan ahora con el apoyo de la coalición internacional liderada por Arabia Saudí.