MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha pedido este jueves que los países de la región y el Consejo de Seguridad de la ONU "hablen con una sola voz" para poner fin al conflicto en Sudán del Sur.
En una comparecencia ante el organismo, ha recalcado la necesidad de que las partes enfrentadas alcancen un alto el fuego inmediato, impulsen el proceso de paz y permitan el acceso de ayuda humanitaria sin restricciones al país.
Guterres ha lamentado la postura del Gobierno ante el conflicto, afirmando que "lo que se escuchan más a menudo son negativas incluso a reconocer la crisis o a asumir su responsabilidad para ponerle fin".
"Ninguna fuerza ni ninguna cantidad de diplomacia pueden sustituir la falta de voluntad política entre los que gobiernan el país", ha apuntado, asegurando que hay un consenso sobre la necesidad de que los líderes del país hagan más para solucionar la crisis.
"Todo el optimismo que acompañó al nacimiento de Sudán del Sur ha sido destruido por las divisiones internas, las rivalidades y el comportamiento irresponsable de alguno de sus líderes", ha dicho.
Así, ha argumentado que "como resultado de ello, el país que vio un breve rayo de esperanza por un futuro mejor se ha visto arrastrado a la oscuridad".
"Debemos hacer todo lo que está en nuestra mano para cambiar esto", ha dicho, denunciando "ataques horrendos" contra la población civil, entre ellos la violación y el reclutamiento de niños.
Guterres ha indicado que más de 1,9 millones de personas se encuentran desplazadas dentro del país, mientras que otras 1,6 millones han huido hacia los países vecinos.
"La crisis humanitaria sigue profundizándose. Unas 100.000 personas hacen frente a la hambruna, un millón está al borde de sufrir ese mismo destino, y 5,5 millones podrían estar en situación de inseguridad alimentaria este verano", ha explicado.
La ONU calcula que cerca de 7,5 millones de sursudaneses --cerca de dos tercios de la población-- necesitan ayuda humanitaria, en medio del incremento de la violencia en varias partes del país.
UNA SITUACIÓN DE SEGURIDAD "MUY PREOCUPANTE"
El secretario general adjunto para Operaciones de Paz de Naciones Unidas, Hervé Ladsous, describió el martes como "muy preocupante" la situación de seguridad en Sudán del Sur, insistiendo en la necesidad de un acuerdo político para poner fin al conflicto.
"No puedes esperar lograr una solución a través del uso de las armas, la solución tiene que ser política", dijo durante una rueda de prensa en la capital del país, Yuba, junto a Jean-Pierre Lacroix, quien le sustituirá en el cargo en abril.
Ladsous destacó la importancia del acuerdo de paz firmado en 2015 por el presidente, Salva Kiir, y los grupos opositores, reconociendo las preocupaciones existentes sobre que pueda ser aplicado casi dos años después.
Asimismo, alertó de la situación en dos condados del estado de Unidad --Mayendit y Leer-- en los que se ha declarado la hambruna, resaltando que la misma "ha sido provocada por el hombre" a causa de los combates.
La rivalidad entre Kiir, de etnia dinka, y el exvicepresidente y líder rebelde Riek Machar, que es nuer, se tradujo en un primer conflicto en diciembre de 2013, cuando el presidente del país decidió cesar a Machar como su 'número dos'.
El conflicto entre los dos bandos terminó con un acuerdo de paz firmado en agosto de 2015 y que implicaba el regreso de Machar para que volviera a ser nombrado vicepresidente del país, nombramiento que llegó en abril de 2016.
Sin embargo, las continuas violaciones del pacto y los graves combates de julio llevaron al cese de Machar, que fue sustituido por el general Taban Deng Gai.
En diciembre, la ONU alertó de que el país está al borde de una guerra étnica generalizada a menos que la comunidad internacional intervenga y convenza a las partes enfrentadas de entablar un diálogo que lleve de forma definitiva a la paz.