MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha destacado este lunes que la toma de Mosul "es un paso significativo en la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento", felicitando a Irak por este avance frente al grupo yihadista Estado Islámico.
En su comunicado, el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, ha rendido tributo "al pueblo y al Gobierno de Irak por su valentía, determinación y perseverancia", expresando además sus "sinceras condolencias" por la "pérdida de vidas" durante las operaciones.
"Naciones Unidas permanecerá junto al Gobierno de Irak en las tareas que quedan por delante para crear las condiciones necesarias para el retorno voluntario, seguro y digno de las comunidades desplazas, la restauración del Estado de Derecho en las zonas liberadas, evitar el retorno a la violencia y fomentar la rendición de cuentas por todas las violaciones cometidas", ha remachado.
Por su parte, la coordinadora humanitaria para Irak, Lise Grande, ha indicado que "es un alivio saber que la campaña militar en Mosul está terminando", recalcando que "la lucha puede haber acabado, pero la crisis humanitaria no".
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha cifrado en 920.000 los civiles que han huido de sus casas en Mosul desde el inicio de la ofensiva el 17 de octubre de 2016, de los que cerca de 700.000 siguen desplazados.
Grande ha detallado que cerca de la mitad de esta cifra vive en 19 campamentos de emergencia y necesitan alojamiento, comida, sanidad, agua y paquetes de emergencia.
"Los niveles de trauma que estamos viendo son de los más altos en el mundo. Lo que la gente ha experimentado es casi inimaginable", ha lamentado, resaltando que los trabajadores humanitarios "trabajan contrarreloj".
Asimismo, ha aplaudido el trabajo del Gobierno y sus socios, si bien ha matzado que "queda mucho por hacer en las próximas semanas y meses". La ONU ha pedido 985 millones de dólares (cerca de 864,5 millones de euros) para financiar proyectos humanitarios, de los que ha recibido el 43 por ciento.
LA TOMA DE MOSUL
El primer ministro de Irak, Haider al Abadi, ha oficializado este lunes la derrota de los yihadistas en la ciudad con un discurso "desde el corazón de la liberada Mosul" en el que anunciado "el fracaso del estado de terror" en que se ha visto sumida la zona desde hace más de tres años.
"Desde aquí, desde el corazón de la liberada Mosul, con los sacrificios de iraquíes de todas las provincias, anunciamos la esperada victoria a todo Irak, a todos los iraquíes", ha proclamado Al Abadi, que ya el domingo había visitado las zonas este y oeste de la ciudad.
Rodeado de comandantes tanto de su Gobierno como de las fuerzas kurdas, el primer ministro ha descrito el final de la ofensiva lanzada en octubre de 2016 como una "victoria iraquí", si bien ha querido agradecer la ayuda de países aliados como Estados Unidos. Irak, ha añadido el dirigente, "está más unido que nunca".
Ahora, según Al Abadi, es momento de comenzar a reconstruir la segunda mayor ciudad del país árabe, sin olvidar las amenazas que puedan persistir como las "células durmientes" de Estado Islámico, informa el portal de noticias Rudaw. Las autoridades admiten que aún quedan milicianos en la Ciudad Vieja.
El domingo las tropas iraquíes lograron alcanzar la rivera occidental del río Tigris e impidieron así cualquier posibilidad de huida a los milicianos del grupo yihadista que aún permanecen atrincherados en el casco histórico de la ciudad.
Estado Islámico controlaba Mosul desde verano de 2014 y la había convertido en su principal bastión en Irak. Las fuerzas de seguridad lanzaron una ofensiva en octubre para intentar recuperar la ciudad, y en enero tomaron la zona oriental de la localidad.
Al Abadi ordenó el 19 de febrero el reinicio de la ofensiva contra los yihadistas en el oeste de la ciudad, llegando a cercar en las últimas semanas a Estado Islámico en la Ciudad Vieja.
El grupo yihadista dinamitó finalmente la histórica mezquita de Al Nuri, desde la que su líder, Abú Bakr al Baghdadi, declaró el 'califato' y trasladó a Tel Afar su centro de mando, en medio de los rumores sobre la muerte del propio Al Baghdadi.