Actualizado: martes, 26 diciembre 2017 5:30


MADRID, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -

El cuerpo de un juez chií de Arabia Saudí secuestrado hace un año ha sido hallado en la localidad de Awamiya, agregando que murió a manos de sus captores, según ha informado este lunes el Ministerio del Interior del país asiático.

El portavoz del ministerio, Mansur al Turki, ha desvelado los nombres de los dos responsables del secuestro, entre los que figuraba uno de los 23 hombres más buscados del país.

Las autoridades saudíes anunciaron la semana pasada la muerte de Salmán al Faraj, cuarto miembro de la familia muerto a manos de las fuerzas de seguridad, durante un enfrentamiento en la localidad de Awamiya.

"Hubo varios grupos implicados en este crimen. Uno vigilaba el lugar, mientras que otro secuestró a Mohamed Abdulá al Jirani", ha afirmado Al Turki, tal y como ha recogido el diario local 'Arab News'.

El ministro de Justicia, Walid al Samaani, ha recalcado que las autoridades están decididas a derrotar al terrorismo, prometiendo que los responsables del asesinato de Al Jirani "serán llevados ante la justicia antes o después", según ha informado el diario 'Saudi Gazette'.

Las autoridades han indicado que seis miembros de la familia Al Faraj estaban buscados por sus presuntas actividades relacionadas con el terrorismo. Mayed al Faraj sigue fugado, mientras que el sexto se encuentra bajo custodia.

La familia es residente en la Ciudad Vieja de Awamiya, escenario de un plan de remodelación de la ciudad contra el que se han registrado numerosas protestas y de decenas de operaciones de seguridad de las autoridades contra los que describen como "terroristas".

Las autoridades saudíes alegan que las estrechas calles del casco antiguo --conocido como Al Musawara--, que cuenta con más de 200 años, se han convertido en el escondite de decenas de milicianos chiíes, a los que acusan de estar detrás de numerosos ataques contra las fuerzas de seguridad.

Los medios de comunicación saudíes han publicado informes sobre los planes del Gobierno de derribar Al Musawara, construido durante el Imperio Otomano, hace más de 200 años.

En mayo, un grupo de expertos culturales de Naciones Unidas criticó a Riad por destrozar el casco histórico de la ciudad, acusando al Gobierno saudí de haber borrado el patrimonio cultural de la región y de violar los Derechos Humanos.

Awamiya --al igual que partes de la Provincia Oriental-- lleva años siendo el foco de las tensiones entre el Gobierno saudí, de mayoría suní, y la comunidad chií, que denuncia ser víctima de una persecución por parte de las autoridades.

La situación ha empeorado notablemente desde que Nimr al Nimr, un influyente clérigo chií, fuera ejecutado en enero de 2016 tras ser condenado por "terrorismo", en un acto que llevó a la ruptura de relaciones entre Arabia Saudí e Irán después del asalto contra la Embajada saudí en Teherán y su consulado en Mashhad (noroeste) en el marco de las protestas por el ajusticiamiento.

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