MADRID 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
El portavoz y miembro del buró político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Osama Hamdan, ha anunciado este lunes que una delegación del grupo ha abordado con altos funcionarios de Al Fatá la formación de un comité para la "gestión" de la Franja de Gaza después de la guerra con Israel, mientras que ha remarcado que "la clave" para un alto el fuego es "volver al acuerdo" alcanzado en julio y propuesto por el presidente estadounidense, Joe Biden, y que Israel está "frustrando los esfuerzos de los mediadores".
"Hemos celebrado una reunión con Al Fatá por la amable invitación de Egipto, y el ambiente de la reunión ha sido positivo y franco. Hemos discutido diversos asuntos nacionales, especialmente la guerra en Gaza y las formas de hacer frente a los planes de la ocupación. Hemos subrayado que la gestión de los asuntos de nuestro pueblo, ya sea en Gaza, Cisjordania o la diáspora es un asunto meramente palestino y se lleva a cabo mediante consenso nacional", ha explicado.
Hamdan, que ha remarcado que estas reuniones "continuarán", ha sostenido que Hamás trata "positivamente cualquier propuesta que garantice el cese de la agresión, la retirada de la ocupación, el retorno de los desplazados, la reconstrucción y un acuerdo de intercambio" de rehenes israelíes por presos palestinos. Así, "la clave para detener la guerra" es "volver al acuerdo del 2 de julio" anunciado por el presidente estadounidense, Joe Biden, y avalada por el Consejo de Seguridad de la ONU.
En este sentido, ha manifestado que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, "es el responsable de frustrar los esfuerzos de los mediadores y de la muerte de más prisioneros de la ocupación". Por último, ha pedido al nuevo Gobierno de Estados Unidos --que saldrá de las urnas tras las elecciones de este martes-- escuche "las voces que surgen de la comunidad estadounidense y que rechazan la ocupación", según recoge el diario palestino 'Filastín', vinculado a Hamás.
El plan anunciado por Estados Unidos para una tregua se desarrolla en torno a tres frases, la primera de las cuales se prolongaría durante seis semanas. En este plazo, las fuerzas israelíes se retirarían de las zonas pobladas de Gaza y se produciría la liberación de varios presos palestinos a cambio de la entrega de rehenes vulnerables. En una segunda etapa, serían liberados el resto de rehenes, en el marco de un final ya permanente de las hostilidades, mientras que la tercera y última fase consistiría en el inicio de la reconstrucción de la Franja y en la entrega de los cuerpos de los secuestrados ya fallecidos.
A principios de octubre delegaciones de Al Fatá y Hamás celebraron un encuentro en El Cairo, meses después de que en Pekín alrededor de 15 facciones palestinas --incluidas estas dos-- firmaran un acuerdo para poner fin a sus divisiones y formar un gobierno de unidad tras años de fracasos en los intentos de poner fin a sus disputas, derivadas de las elecciones de 2006, en las que el grupo islamista se hizo con la victoria, tanto en Gaza como en Cisjordania.
La victoria de Hamás llevó a que Israel y Estados Unidos rechazaran los resultados --una postura apoyada por la Autoridad Palestina-- que derivó posteriormente en una separación administrativa y territorial de los Territorios Ocupados Palestinos con el grupo islamista al frente de Gaza y la Autoridad Palestina de Cisjordania.
El Ejército de Israel lanzó una ofensiva contra Gaza tras los ataques perpetrados el 7 de octubre de 2023 por Hamás y otras facciones armadas palestinas, que dejaron unos 1.200 muertos y más de 250 secuestrados. Las autoridades gazatíes han denunciado más de 43.300 muertos, a los que se suman cerca de 750 en Cisjordania y Jerusalén Este.