MADRID, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha aplaudido este lunes la publicación de un informe por parte de Naciones Unidas sobre el último conflicto en la Franja de Gaza recalcando que "acusa a la ocupación israelí de cometer crímenes de guerra".
"Nuestra gente espera ver pasos tangibles respecto a la rendición de cuentas con la comparecencia de los líderes de Israel ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) por sus crímenes", ha dicho la formación islamista a través de su cuenta en la red social Twitter.
El informe, que ha sido rechazado por el Gobierno israelí, denuncia crímenes de guerra perpetrados tanto por el Ejército israelí como por los grupos armados palestinos, si bien Hamás no ha hecho referencia a las acusaciones vertidas contra las formaciones palestinas.
"El alcance de la devastación y del sufrimiento humano en Gaza no tiene precedente y tendrá consecuencias durante generaciones", ha advertido la presidenta de la comisión, la jueza estadounidense Mary McGowan Davis, que reconoce que "sigue existiendo el miedo en las comunidades de Israel que están bajo la amenaza continua" de los cohetes lanzados desde el enclave palestino.
Además, el informe denuncia la impunidad de los crímenes cometidos tanto por palestinos como israelíes y pone como ejemplo la muerte de cuatro menores gazacíes en la playa de Gaza el 16 de julio de 2014 ante la presencia de testigos palestinos y periodistas extranjeros que no fueron interrogados al respecto, "lo que cuestiona la rigurosidad de la investigación israelí".
En cifras, la investigación ha documentado más de 6.000 ataques aéreos y 50.000 disparos de carro de combate y artillería sobre la Franja de Gaza durante 51 días que causaron 1.462 muertes --un tercio de ellas de menores de edad-- entre la población civil palestina.
Los grupos palestinos, por su parte, lanzaron hacia territorio israelí 4.881 cohetes y 1.753 proyectiles de mortero que mataron a seis civiles israelíes e hirieron al menos a otros 1.600.
En cuanto a las acciones israelíes, el informe de la comisión destaca que "cientos de civiles murieron en sus propias casas" con "ataques que reducían edificios enteros a escombros en cuestión de segundos".
"Israel no revisó sus prácticas sobre ataques aéreos a pesar de que se habían demostrado sus terribles efectos sobre los civiles, lo que despierta dudas sobre si formaban parte de una estrategia más amplia al menos tácitamente apoyada desde el más alto nivel del Gobierno" israelí, señala la comisión.
Las armas utilizadas por Israel no son ilegales, reconoce la comisión, pero advierte de que su uso en zonas urbanas densamente pobladas "matan indiscriminadamente a combatientes y a civiles".
"El Ejército israelí avisaba para que se evacuara un barrio e inmediatamente consideraba que cualquier persona que no se hubiera ido era un combatiente. Esta práctica hace que sean muy probables los ataques sobre civiles", argumenta.
En cuanto a las milicias palestinas, el informe denuncia el "lanzamiento indiscriminado de miles de cohetes y proyectiles de mortero sobre Israel" con el objetivo de "sembrar el terror entre los civiles".
La comisión también llama la atención sobre los disturbios durante la ofensiva israelí en Cisjordania, incluido Jerusalén Este, que se cobraron la vida de 27 palestinos entre junio y agosto de 2014.
En ese periodo se han documentado además 3.020 heridos como consecuencia de la acción de las fuerzas de seguridad israelíes que "utilizan cada vez más la munición real para controlar tumultos".
Ante todas estas violaciones de los Derechos Humanos, la comisión plantea como recomendación que "los países apoyen el trabajo del TPI en relación con los territorios palestinos ocupados".