MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha tildado este miércoles de "ordinario chantaje político" la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de cortar la ayuda del país a los palestinos.
El portavoz del grupo, Fauzi Barhum, ha recalcado que las declaraciones de Trump "reflejan el comportamiento bárbaro de Estados Unidos a la hora de hacer frente a la justa causa palestina y los derechos del pueblo palestino".
"Hamás pide a todos los partidos palestinos que se unan para hacer frente a estas presiones y políticas y que no sucumban a ellas", ha subrayado, reclamando además "más posiciones de apoyo por parte de la comunidad árabe, islámica e internacional frente a las políticas de Estados Unidos e Israel".
Horas antes, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) advirtió a Trump de que no se dejará "chantajear", criticando que trate de responsabilizar a los palestinos de sus "políticas irresponsables".
"Los derechos palestinos no están en venta", subrayó Hanan Ashrawi, miembro del comité ejecutivo de la OLP, en una declaración publicada en la cuenta de Twitter de la organización a raíz de las declaraciones de este martes de Trump.
"Al reconocer la Jerusalén ocupada como capital de Israel Donald Trump no solo violó el Derecho Internacional, sino que también destruyó sin ayuda de nadie las bases mismas de la paz y condonó la anexión ilegal de la ciudad por parte de Israel", dijo.
"No nos dejaremos chantajear", manifestó Ashrawi, denunciando que Trump ha "saboteado" la búsqueda de paz, libertad y justicia de los palestinos y "ahora se atreve a responsabilizar a los palestinos de las consecuencias de su propias acciones irresponsables".
"Jerusalén no está en venta, ni por oro ni por plata", sostuvo por su parte Nabil Abú Rudeina, portavoz del presidente palestino, Mahmud Abbas, tal y como ha recogido la agencia británica de noticias Reuters.
Según dijo, los palestinos no están en contra de volver a las conversaciones de paz congeladas desde 2014, pero solo sobre la base del establecimiento de un estado propio en las fronteras que existían antes de que Israel tomara Cisjordania, Jerusalén Oriental y la Franja de Gaza en la guerra de 1967. "Si Estados Unidos es entusiasta respecto a la paz y a sus intereses, debe acabar eso", remachó.
"NO RECIBIMOS NINGÚN RESPETO" DE LOS PALESTINOS
Trump amenazó este martes a los palestinos con congelar las ayudas si no están dispuestos a negociar la paz con los israelíes, al considerar que no muestran "ningún aprecio o respeto" por los "cientos de millones de dólares" que reciben cada año. "Pagamos a los palestinos cientos de millones de dólares cada año y no recibimos ningún aprecio o respeto", ha asegurado en su Twitter.
"Ni siquiera quieren negociar el tan esperado tratado de paz con Israel", ha criticado Trump, que precisamente se ha visto envuelto en la polémica al reconocer en diciembre Jerusalén como capital israelí, en contra del criterio de los palestinos y de la gran mayoría de la comunidad internacional, incluida la ONU.
Según Trump, Jerusalén, "la parte más dura de la negociación", está ahora "fuera de la mesa". Los palestinos, sin embargo, "ya no quieren hablar de paz, por lo que por qué deberíamos realizar ningún pago masivo en el futuro", ha añadido el mandatario norteamericano.
LA CONTRIBUCIÓN DE EEUU A LA UNRWA, EN DUDA
Trump no ha detallado las posibles consecuencias de este aviso, pero la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, sugirió poco antes que estaba en duda la contribución norteamericana con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).
Haley ha reconocido ante los medios que Estados Unidos estudia recortar los fondos hasta que la Autoridad Palestina "vuelva a la mesa de negociación". Estados Unidos es actualmente el mayor donante de fondos a la UNRWA, con casi 370 millones en 2016, según los datos publicados en la web del organismo.
Un informe para el Congreso estadounidense de diciembre de 2016 por parte del Servicio de Investigación del mismo cifra el apoyo económico anual estadounidense a Cisjordania y la Franja de Gaza en unos 400 millones de dólares desde 2008. Buena parte de esta cantidad se destina a apoyar proyectos a través de USAID, la agencia de cooperación estadounidense, y el resto a apoyar a la Autoridad Palestina.
El reconocimiento de Jerusalén como capital israelí por parte de Estados Unidos ha acabado con cualquier expectativa de paz en Oriente Próximo, ya que su estatus se sitúa en el núcleo de la negociación para alcanzar la ansiada solución de dos estados. Los países musulmanes y la mayor parte de la comunidad internacional han criticado el paso dado por Washington.
Los palestinos reclaman Jerusalén Este como capital de un futuro Estado que debería estar construido sobre las fronteras previas a la guerra de 1967. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sostiene en cambio que la totalidad de Jerusalén es la "capital indivisible" del pueblo judío.
En diciembre, 128 de los 193 estados miembro de la ONU votaron a favor de una iniciativa que cuestiona medidas unilaterales sobre el estatus de Jerusalén. Nueve delegaciones votaron en contra, incluidas las de Estados Unidos e Israel, mientras que 35 optaron por la abstención.