DAKAR 13 Dic. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Al menos 2.000 personas han muerto este año por hambruna en diferentes zonas del noreste de Nigeria debido a la falta de acceso de las organizaciones humanitarias a las zonas más afectadas por la violencia del grupo terrorista Boko Haram, según han informado este martes varios expertos.
La mayoría de las muertes se han registrado en la localidad de Bama, en el estado de Borno, donde los yihadistas tenían su principal bastión en el país, según un informe de la Red de Sistemas de Alerta Temprana contra la Hambruna (FWES NET, por sus siglas en inglés)
A pesar de que la distribución de alimentos está ayudando a la población aislada por el conflicto a evitar la hambruna, la situación es nefasta en aquellas áreas del norte del país donde la inseguridad obstaculiza la asistencia de las organizaciones.
"El riesgo de hambruna en las zonas que resultan inaccesibles en el estado de Borno continuará siendo elevado durante el próximo año", ha indicado FEWS NET. "En el peor de los casos, si el conflicto obstaculiza el acceso a las zonas que dependen de la ayuda, la posibilidad de que se registren hambrunas será alta", ha añadido.
Al menos 4,7 millones de personas necesitan asistencia alimentaria en los estados de Borno, Adamawa y Yobe. Según datos de FEWS NET, dos tercios de los afectados viven en Borno. El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) ha alertado de que 400.000 niños están en peligro de sufrir hambruna en los tres estados y que 75.000 podrían morir en los próximos meses.
FEWS NET ha manifestado que la respuesta humanitaria es insuficiente dado el extremo nivel de inseguridad alimentaria existente en el país, donde tan sólo 1 millón de personas han recibido ayuda este año. En Nigeria, cuatro de cada cinco desplazados internos viven en comunidades locales, donde las tensiones están aumentando debido a la escasez de comida.
El incremento de la seguridad en la zona ha permitido a las agencias distribuir las ayudas entre la población que residía anteriormente en algunas de las áreas aisladas. Sin embargo, muchos continúan sin recibir ningún tipo de asistencia debido a la violencia.
Los milicianos de Boko Haram, que buscan crear un califato en la región, han matado a unas 15.000 personas y han provocado el desplazamiento de 2,4 millones en Camerún, Chad, Níger y Nigeria durante los últimos siete años.
El Ejército nigeriano ha avanzado durante los últimos meses en la lucha contra el grupo terrorista, expulsándolo de algunas zonas hacia su base en el bosque de Sambisa, pero los milicianos continúan llevando a cabo redadas y ataques suicidas con bombas.