TEHERÁN, 24 Ago. (Reuters/EP) -
El ministro de Exteriores británico, Philip Hammond, ha asegurado este lunes que la comunidad internacional podría levantar las sanciones contra Irán "la próxima primavera", algo que ha tenido la oportunidad de trasladar personalmente al presidente iraní, Hasán Rohani.
Hammond confía en que el acuerdo nuclear firmado el 14 de julio pueda comenzar a aplicarse antes de octubre, de tal forma que "la próxima primavera comiencen a levantarse las sanciones" que mantienen actualmente países como Reino Unido, según declaraciones del ministro a la agencia Reuters.
Hammond y Rohani se han reunido este lunes en Teherán, un día después de que el responsable de Exteriores reabriese la Embajada británica. Cuatro años después del cierre de la legación, la bandera de Reino Unido vuelve a ondear en un gesto de acercamiento que, como han dejado entrever las partes, no es definitivo.
En este sentido, el jefe de la diplomacia británica ha subrayado que aún persisten desencuentros en asuntos clave, por lo que es necesario avanzar "con cuidado". "Hay un pasado de desconfianza entre ambas partes y tenemos diferencias sustanciales de políticas en aspectos importantes", ha apuntado en declaraciones a la BBC.
Antes de reunirse con Rohani, Hammond ha recordado que el respeto a los Derechos Humanos siguen siendo una cuestión divisoria, a pesar de que sí coincidirían, por ejemplo, en la necesidad de combatir al grupo terrorista Estado Islámico.
El ministro británico también ha destacado los cambios de Irán en relación a Israel. Hammond ha abogado por que, tanto en el caso de Israel como en el de "otros actores de la región", la República Islámica pueda dejar claro que "no es una amenaza".
SIRIA
Siria es actualmente uno de los asuntos que más divide a los países de la región. Irán mantiene sus buenas relaciones con el régimen de Bashar al Assad, a quien sigue otorgando la legitimidad para gobernar en Siria más de cuatro años después del inicio de la guerra civil.
Hammond ha reconocido en su entrevista a Reuters que Londres y Teherán "discrepan sobre el papel de una sola persona, Bashar al Assad, en el proceso" de resolución del conflicto sirio. No obstante, ha considerado positivo que se estén produciendo conversaciones: "Si vamos a lograr una solución política, tenemos que involucrar a iraníes y rusos en el proceso".