Ismail Haniyeh, dirigente de Hamás
SUHAIB SALEM / REUTERS
Actualizado: viernes, 16 octubre 2015 3:46


MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

El 'número dos' del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y exprimer ministro de la Franja de Gaza, Ismail Haniyeh, ha afirmado este jueves que el enclave "está en el corazón de la intifada en Jerusalén".

Durante una visita al hospital de Al Shifa para ver a los palestinos heridos durante los últimos días en enfrentamiento con las fuerzas israelíes en la frontera, Haniyeh ha recalcado que Gaza "apoya la batalla en Jerusalén".

"La intifada en Jerusalén ha enviado un mensaje de que Jerusalén no es una 'línea roja', sino el nombre de la estrategia en el conflicto con Israel", ha valorado, según ha informado la agencia palestina de noticias Maan.

Haniyeh afirmó el sábado que una nueva intifada había comenzado, después de que siete palestinos murieran y 145 resultaran heridos por disparos de las fuerzas israelíes tras unos enfrentamientos en la zona fronteriza.

Siete israelíes han muerto en ataques de palestinos, principalmente apuñalados, desde principios de octubre, mientras que más de una treintena de palestinos han muerto en este mismo periodo, 18 de ellos en enfrentamientos con las fuerzas israelíes durante protestas.

Este mismo jueves, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se ha mostrado dispuesto a reunirse con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, para intentar frenar la escalada de violencia.

"Estoy abierto a un encuentro con Abbas y los líderes árabes", ha afirmado Netanyahu. "Creo que puede ser útil porque podría ayudar a parar la escalada", ha añadido el primer ministro, durante una rueda de prensa en la sede del Ministerio de Exteriores israelí.

Netanyahu ha defendido su buena voluntad y, en cambio, ha criticado la postura mantenida por Abbas, al que recrimina que no quiera sentarse a negociar sin "condiciones". "He llamado a Abbas una y otra vez a renovar las conversaciones de paz", ha lamentado.

El jefe del Ejecutivo israelí ha atribuido la ola de violencia que sacude Israel y Cisjordania a la "falta de horizonte político" y no a la actividad en los asentamientos. En este sentido, ha esquivado la responsabilidad y ha apuntado a los palestinos por incitar los ataques.

Asimismo, Netanyahu ha querido diferenciar entre las víctimas y los atacantes de los dos bandos, un día después de que el Gobierno de Estados Unidos recriminase a Israel el uso excesivo de la fuerza. "Hacemos lo que haría cualquier otro país", ha alegado, según el periódico 'Haaretz'.

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