BEIRUT, 31 Mar. (Reuters/EP) -
El primer ministro de Líbano, Saad Hariri, ha asegurado que el país se encuentra cerca de alcanzar un "punto de ruptura" por las presiones derivadas de la llegada de refugiados sirios --1,5 millones en estos últimos seis años-- y ha advertido del riesgo de una escalada de las tensiones sociales.
La población refugiada equivale ya a una cuarta parte de los habitantes de Líbano y la mayoría viven en campos improvisados en situaciones de extrema pobreza. El Gobierno se opone a la creación de enclaves formales como los que sí existen en otros países para emergencias de este calibre.
"Hoy, si te mueves por la mayoría de las comunidades de acogida, hay una enorme tensión entre los libaneses y los sirios", ha explicado Hariri, en unas declaraciones ante corresponsales en las que incluso ha apuntado la posibilidad de que se dé una "revuelta civil".
Por este motivo, ha instado a la comunidad internacional a aumentar su contribución financiera en la conferencia de donantes que tendrá lugar la próxima semana en Bruselas. Hariri acudirá a esta cita con la intención "de que el mundo entienda que Líbano está al borde de un punto de ruptura".
El primer ministro libanés reclama entre 10.000 y 12.000 dólares por refugiado durante un periodo de entre cinco y siete años, lo que supondría multiplicar por diez el actual nivel de apoyo internacional. "Creo que así se garantizaría que Líbano se mantiene por su cuenta y la economía progresa", ha añadido.
Las autoridades del país, que citan cifras del Banco Mundial, calculan que el coste derivado del conflicto en Siria había supuesto para Líbano más de 18 millones de dólares hasta finales de 2015. El crecimiento anual del PIB también ha descendido desde el 8 por ciento de media previo al conflicto al actual 1 por ciento.