MADRID, 1 May. (EUROPA PRESS) -
El 'señor de la guerra' y líder de Hezb-e-Islami, Gulbuddin Hekmatyar, ha vuelto a cargar este domingo contra los talibán, afirmando que la insurgencia del grupo es el motivo principal de la presencia de Estados Unidos en Afganistán.
En su segundo acto público en dos días, tras 20 años sin hacer apariciones en público, Hekmatyar ha argumentado que las actividades de los talibán han sido las que han provocado que las tropas estadounidenses no hayan abandonado el país centroasiático.
En este sentido, ha citado concretamente un ataque ejecutado hace dos años en la localidad de Kunduz (sur), resaltando que fue un "erro" de los talibán, ya que Washington había empezado a retirar sus tropas.
Hekmatyar ha señalado que Hezb-e-Islami acordó participar en un proceso de paz con el Gobierno --firmado el año pasado y en virtud del cual ha vuelto a aparecer en público-- debido a que Estados Unidos había retirado ya a la mayoría de sus tropas.
Por ello, ha vuelto a pedir a los talibán que abandonen las armas y se unan a un proceso de paz, según ha recogido la agencia afgana de noticias Jaama Press.
El sábado, Hekmatyar realizó un llamamiento a la paz, pidiendo a todos los grupos insurgentes que cesen la guerra y se unan al proceso de paz. "Detengamos esta devastadora guerra, por amor de Dios", dijo.
"Es una guerra intolerable que mata a musulmanes durante sus oraciones", lamentó, en relación al sangriento ataque talibán de la semana pasada contra una mezquita en una base militar de la localidad de Mazar-i-Sharif que acabó con la vida de 135 militares.
"Nuestro grupo, Hizb-e-Islami (Partido islámico), estaba ahí cuando teníamos que hacer la yihad, y ahora estaremos ahí para la paz", manifestó. "No repitamos lo errores del pasado. Os invito a uniros a la caravana de la paz para detener esta guerra impía, carente de sentido y de significado", remachó.
LA FIGURA DE HEKMATYAR
Hekmatyar, una de las figuras 'muyahidin' de más relevancia durante la guerra contra la Unión Soviética en los ochenta, fue uno de los señores de la guerra que se vieron involucrados en una cruenta guerra civil tras la salida de las tropas soviéticas del país, que se saldó con cientos de miles de muertos, la mayoría de ellos civiles.
Durante dicho conflicto, los milicianos de Hekmatyar fueron responsables de gran parte de la destrucción de Kabul debido a sus continuos bombardeos contra la capital, que provocaron miles de víctimas civiles.
Posteriormente, accedió al cargo de primer ministro entre 1993 y 1994 --y de nuevo por un breve periodo de tiempo en 1996--, antes de que los talibán se hicieran con el control de la capital, provocando su huida a Irán, donde permaneció durante seis años en medio de la desconfianza por parte de Teherán.
Finalmente, fue expulsado del país en 2002 en medio de presiones por parte del Gobierno de Estados Unidos y el recientemente establecido Ejecutivo afgano de Hamid Karzai tras la invasión estadounidense del país para expulsar a los talibán del poder.
Ese mismo año, emitió un comunicado para llamar a la 'yihad' contra Estados Unidos por su presencia en Afganistán, tras lo que fue declarado en 2003 como un "terrorista global" por el Departamento del Tesoro estadounidense.
Tras varios años en la clandestinidad y continuas amenazas contra Estados Unidos e Irán por supuesto respaldo a Washington durante la guerra contra el Gobierno talibán en 2001, Hezb-e-Islami resurgió con fuerza en 2008 con una serie de atentados contra las fuerzas de seguridad y las tropas de la coalición.
El pasado 29 de septiembre, Hekmatyar y el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, sellaron un acuerdo de paz, tras meses de negociaciones. Tras ello, el Gobierno reclamó a Naciones Unidas que levantara las sanciones impuestas al líder de Hezb-e-Islami.