SANGACHOWK (NEPAL), 12 (Reuters/EP)
Susana Pérez, una española residente en Madrid, se encontraba realizando un viaje de diez días de trekking con su marido en Nepal cuando le ha sorprendido este martes el terremoto de 7,3 en la escala Richter.
"Hemos visto cómo la montaña delante de nosotros se venía abajo, tierra y rocas. Había algunas cosas debajo pero no está claro si se vieron afectadas", ha relatado a Reuters Pérez, que se encontraba en Island Peak, en la zona del Everest, y se disponía a llegar a Lukla, el punto de partida para las rutas al Everest. Aquí, se han producido grietas y pequeños corrimientos.
Mayo es temporada alta para la escalada y el trekking en Nepal pero el terremoto del 25 de abril ha dejado los establecimientos que atienden a estos turistas prácticamente vacíos.
Según Dambar Parajuli, presidente de la Asociación de Operadores de Expedición de Nepal, no había escaladores o sherpas nepalíes en el campo base del Everest cuando se ha producido el seísmo de hoy.
Los montañeros han abandonado sus planes de escalada del pico más alto del mundo después de que el temblor del 25 de abril provocara una avalancha que dejó al menos 18 muertos en el campo base. "Todos ellos ya se habían ido", ha indicado Parajuli.
En la localidad de Sangachowk, los residentes estaban en el exterior recibiendo alimentos del Gobierno cuando se ha producido el terremoto. "He sido realmente afortunado. Si hubiéramos estado dentro, habría sido mucho peor", cuenta Purushottam Acharya, de 38 años.
Una familia sentada junto a una carretera ha podido ser testigo de cómo su casa venía abajo. "Hemos visto como se caía lentamente", ha contado Ashok Parajuli, de 20 años.
En Charikot, donde habría al menos 20 muertos, Top Thapa, un propietario de hotel, ha indicado que el temblor fue tan fuerte como el del mes pasado. "Hemos visto las casas venirse abajo, caer junto con la cima", ha señalado Thapa, que ha visto como entre cinco o seis edificios de varias plantas se han venido abajo.