SEÚL, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El heredero del grupo Samsung, Lee Jae Yong, negará el próximo jueves ante el tribunal las acusaciones de soborno por las que ha sido imputado en el marco del histórico escándalo que ha sacudido Corea del Sur, y que implica a una amiga personal de la presidenta del país, Park Geun Hye, y a algunos de los más importantes conglomerados nacionales.
Se espera que Lee declare que se vio obligado, por presiones directas de la Presidencia surcoreana, a entregar dinero a una fundación controlada por la confidente de la mandataria, Choi Soon Sil, frente a las acusaciones que le señalan como cómplice voluntario de una trama de sobornos para facilitar una fusión entre dos filiales del grupo, esencial para su futuro como director de la compañía, según apuntan fuentes de Samsung a la agencia oficial de noticias surcoreana, Yonhap.
La comisión especial que investiga el caso estima que Lee dio, o prometió dar, una cantidad aproximada de 35 millones de euros para recibir el respaldo del Gobierno a la complicada fusión y disfrutar así de una transición de poder sin problemas de manos de su padre, el veterano Lee Kun Hee.
LA PRESIDENTA SE LIBRA DE DECLARAR
La fiscalía especial de Corea del Sur ha afirmado esta semana que no podrá interrogar a la apartada mandataria en el marco de la investigación contra ella por corrupción.
El portavoz de la fiscalía especial, Lee Kyu Chul, ha lamentado la situación, agregando que la oficina de Park ha rechazado la petición de grabar el interrogatorio.
Las palabras de Lee llegan horas después de que el presidente interino de Corea del Sur, Hwang Kyo Ahn, decidiera no prorrogar la investigación del escándalo que involucra a Park.
"Lamentamos profundamente que el presidente interino haya declinado extender el periodo, ya que las investigaciones no han sido completadas", ha dicho el propio Lee.