MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
Al menos cuatro personas, entre ellas dos ciudadanos suecos, han resultado heridas este martes en un ataque supuestamente llevado a cabo por el Nuevo Ejército del Pueblo (NEP) --brazo armado del Partido Comunista de Filipinas-- en la provincia de Negros Occidental (centro).
Según las informaciones recogidas por la cadena de televisión local ABS-CBN, los milicianos emboscaron un vehículo policial cerca de la localidad de Sipalay, alcanzando un vehículo que se encontraba cerca y en el que viajaban los ciudadanos suecos.
La Policía ha identificado a los suecos como Juliana Palmero y Karl Christer Arvidsson, afirmando que ambos han sufrido heridas leves. Entre los heridos figura el conductor del vehículo en el que viajaban, quien se encuentra en estado grave.
El director de la Policía de Negros Occidental, Rodolfo Castil Jr., ha resaltado que tres rebeldes han resultado heridos en el tiroteo posterior, recalcando que no ha habido bajas entre las fuerzas de seguridad.
El presidente del país, Rodrigo Duterte, ofreció recientemente una amnistía a los rebeldes que se entregaran, si bien fue tildada la semana pasada de "herramienta de guerra psicológica" por el Frente Democrático Nacional de Filipinas (NDF).
"El último plan de Duterte para garantizar una 'amnistía general' a los combatientes del NEP que se rindan no es más que una herramienta de guerra psicológica para crear divisiones en el movimiento revolucionario y difundir una imagen falsa de magnanimidad entre el público general", dijo.
A principios de septiembre, Duterte descartó volver a las conversaciones oficiales de paz con el Partido Comunista de Filipinas si el NEP no detiene sus ataques. "No habrá conversaciones hasta que se declare un alto al fuego, punto", recalcó.
En respuesta, el líder de las negociaciones del lado insurgente, Luis Jalandoni, señaló que el hecho de que el Gobierno quiera frenar los ataques de la guerrilla es "ridículo" si se tiene en cuenta que los soldados filipinos están atacando las bases de los rebeldes.
Los rebeldes maoístas anunciaron a principios de enero el fin del alto el fuego con el Gobierno a partir del 10 de febrero, acusando al presidente de incumplir los términos del acuerdo de alto el fuego firmado en agosto de 2016.
"El Gobierno no ha cumplido con su obligación de amnistiar y liberar a todos los presos políticos", resaltó el portavoz del NEP, Ka Oris, recordando que las liberaciones debían haber tenido lugar 60 días después del anuncio del alto el fuego.
El alto el fuego fue pactado en Oslo como parte de un acuerdo que tiene como objetivo acelerar el proceso de paz y acabar con un conflicto que comenzó hace más de 50 años y que se ha cobrado la vida de alrededor de 40.000 personas.
El NEP, brazo armado del partido comunista integrado por unos 3.000 hombres, opera principalmente en el este y el sur de Filipinas.